Uso de la voz para la relajación

El uso de la voz para la relajación en elemento común en varios métodos de relajación. ¿Quién no ha oído hablar de los famosos mantras? ¿Quién no ha hecho alguna broma sobre el ommmm? Todos solemos hablar con nosotros mismos en un momento u otro para serenarnos o para concentrarnos, por ejemplo. Por otra parte, nuestro cerebro funciona como un ordenador. Si durante la infancia ha procesado mensajes negativos, la persona los integra sin darse cuenta y asume algunas ideas irracionales aceptando una realidad distorsionada.

El uso de la voz para la relajación es otra técnica de relajación escolar que vimos en la entrada sobre relajación escolar basada en el libro de Luis López «Relajación en el aula: recursos para la educación emocional.» Seguimos de nuevo a este autor y su valiosa obra para acercarnos al trabajo de la energía corporal en el aula.

Uso de la voz para la relajación: OBJETIVOS DE LA TÉCNICA

  • Aprender a usar diferentes consignas orales para relajarse.
  • Conocer la relación existente entre la voz humana, el pensamiento y la acción.
  • Aprender a diseñar y utilizar las afi rmaciones positivas.
  • Desarrollar el lenguaje y el pensamiento positivo.

Uso de la voz para la relajación: DEFINICIÓN DE CONCEPTOS

La voz es un recurso psicofísico, expresivo y terapéutico. Como recurso psicofísico resulta muy potente, además de que da sentido a nuestra vivencia.
La autogenia es la capacidad de crear estados de ánimo, sensaciones o emociones en nosotros mismos. Mediante la palabra también podemos crear diferentes estados alterados de conciencia, entre los que se encuentra la relajación. De hecho, uno de los métodos de relajación más conocidos, el de Schultz, se llama autógeno. Para conseguir relajarse, este método propone repetirse algunas frases en forma y tiempo determinados.

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Uso de la voz para la relajación: IDEAS CLAVE

Uso común del habla
El uso de la voz y el habla, tanto sonora como insonora (interiorizada), es un elemento común en diversos métodos y sistemas de relajación. ¿Quién no ha oído hablar de los mantras budistas? ¿Quién no ha pronunciado, aunque sea en broma, el famoso monosílabo OM?

La lengua
La lengua es un órgano sumamente inteligente e importante en relajación, pues está conectada íntimamente con el cerebro y el cuerpo. De hecho, los bebés conocen el mundo con la lengua, desde el pecho materno hasta los objetos. En la Foto 9 podemos ver cómo se relaja la lengua.

Lenguaje y pensamiento
Derivada de la idea anterior, diremos que existe una estrecha relación entre lenguaje y pensamiento. Una extensión de ello será la relación que hay entre voz e identidad y voz y respiración. Según concibe M. Heidegger, el lenguaje es la casa donde vive el ser, por lo que podemos afirmar que nuestro ser pensante necesita continuamente del lenguaje y del habla. En este sentido el lenguaje y el habla se convierten en fieles indicadores de nuestra personalidad y carácter.

Toda acción suele ser consecuencia del pensamiento y del lenguaje.

Por ejemplo, una persona con pensamiento negativo usará construcciones negativas, una persona principalmente visual utilizará construcciones con adjetivos de percepción visual; y una persona dispersa tendrá un discurso circular, etc. No perdamos de vista el uso que la psicología hace del lenguaje.

La PNL (Programación Neurolingüística) afirma que nuestro cerebro está configurado de forma parecida a un ordenador. Si yo me repito a mí mismo durante mucho tiempo “soy incapaz de tocar el violín”, “no sirvo para hablar en público” habré automatizado estos pensamientos y me los habré creído. De la misma manera, aprendiendo a desprogramarse y modelando nuevos patrones podemos sacar mucho
beneficio de la voz. A base de reafirmarse las cosas, nuestro cerebro lo registra como patrón.

Voz y relajación
Para entender este recurso psicofísico, también es de vital importancia conocer la relación existente entre habla-sonido y relajación. De ahí viene el famoso refrán: Quien canta, sus males espanta. Las personas que cantan en un coro relatan con frecuencia que se relajan mucho.

Principales usos de la voz en relajación
De entre los diferentes usos que podemos dar a la palabra y la voz en la relajación encontramos los siguientes:

  1. Autogenia.
  2. Sonidos onomatopéyicos.
  3. Mantras.
  4. Afirmaciones positivas.
  5. Sondas temáticas.
  6. Palabras con carga afectiva.
  7. Autoconversación.

El poder de la voz

El doctor Masaru Emoto (2003) ha investigado acerca del poder que tiene la voz humana sobre diversas moléculas de agua procedentes de diferentes partes del mundo. En su libro Mensajes del agua pone en evidencia cómo el agua cristaliza de maneras muy distintas según le digamos una cosa positiva o negativa. Así, si le decimos al agua palabras como demonio, odio, etc., el agua cristaliza con formas raras y nada armónicas. En cambio, si le decimos paz, amor u otros vocablos agradables, los cristales que se derivan son armónicos, simétricos y muy bellos. También ha experimentado con música y los resultados son sorprendentes.

Las afirmaciones positivas

Es un recurso verbal para transformar experiencias negativas. Se trata de redactar una frase positiva que actúe de sonda en nuestro ser (véase ejercicio 80).

Los mantras

Un mantra es una repetición oral de un sonido, sílaba, palabra o frase con el objetivo de mejorar nuestro estado psicofísico. Los mantras son conocidos desde hace muchísimos años en diversas culturas del planeta. El mantra se diferencia de la afirmación positiva en que no necesariamente lo hemos construido nosotros y además no tiene por qué poseer un significado especial, aunque sí lo sea para algunos expertos. En los mantras se da mucha importancia a la fonética y a cómo resuena “lo” que decimos, por eso suelen incluir sonidos guturales y nasales. Se trata de repetirlos indefiidamente sin esperar ningún efecto.

Tipos de mantras:

a) Un simple sonido, como por ejemplo pronunciar la “m” (mmmm…), la “n” (nnnnn…) o la “ts” (tsssss…).
b) Las sílabas que llevan “n” o “m” son muy adecuadas para construir mantras. Es muy conocido el reputado OM.
c) Cualquier palabra con carga significativa o de resonancia agradable puede convertirse en un estupendo mantra (paz, reposo, cielo, amor…).
d) Una frase cualquiera. Puede ser un verso poético o una frase que nos guste. Sólo hay que repetirla (como si la masticáramos): “Lo observo todo con amor”. “Estoy tranquilo y en paz”. “Reposo en la tierra”. “Hago las cosas con ternura”, etc.
e) Otros: contar números, recitar un poema…

La autoconversación
La actitud de hablar con uno mismo, que es diferente del parloteo involuntario y sin control que hay en nuestras cabezas normalmente, es muy positiva. Hablar en voz alta o interiormente puede acompañarnos en momentos difíciles y nos puede relajar mucho, además de ayudarnos a resolver conflictos. Ya lo dice el refrán: Quien canta, sus males espanta.
Hay dos maneras de trabajar la autoconversación:
1) El diálogo con uno mismo, como si se tratase de dos personas distintas.
2) “Vivir en gerundio”, es decir, pronunciar lo que se está haciendo en ese mismo instante.

Sonidos onomatopéyicos
Se trata de imitar con la voz humana cualquier sonido de animal, aparato, etc. Su uso en relajación es muy recomendable.

Sondas temáticas
Son frases positivas preparadas exclusivamente para mejorar las emociones de una persona en concreto. A diferencia de la afirmación positiva que se hace en primera persona, la sonda se hace en segunda persona, “tú”, y es recibida por el individuo por parte de un compañero o de un grupo.

Uso de la voz para la relajación: ACTIVIDADES de Exploración

“Pásalo por la lengua” (10’)
Se trata de una actividad por parejas. Hay que buscar y hacer una lista de situaciones en las que la voz humana acompaña nuestra actividad, como por ejemplo el hecho de que algunos músicos de jazz acompañan con su voz cantando las notas que van tocando con la guitarra o el piano. Otro ejemplo es el grito que realizan algunos lanzadores de atletismo.

¿Cómo resuenan las palabras? (6’-8’)
Después de una breve introducción a la relajación, nos disponemos a sentir corporalmente cómo resuenan en nosotros algunas palabras negativas y después, o alternadamente, otras positivas.

a) Piensa en una palabrota que te produzca rechazo o te resulte altamente desagradable. Una vez hayas elegido una, comienza a pronunciarla lentamente para ti mismo, sin esperar ni hacer nada más. Es como si la masticaras (1 o 2 minutos). Después, fi ja tu atención en el centro de tu cuerpo (tronco y pecho) y
pregúntate: ¿Qué sensación se está generando mientras reproduces esa palabra? Descríbela como quieras, incluso válete del dibujo para expresarla. A veces, funciona el hecho de preguntarse: ¿es agradable esa sensación?, ¿es suave y pacífica?

b) Hacer la misma operación con alguna palabra que resulte bonita (mar, paz, blanco…) ¿Qué pasa en nuestro cuerpo después de pronunciárnosla?
Comentar en parejas y en grupo.

Tu consonante favorita
Después de hacer una breve introducción a la relajación, comenzamos a cantar todas las consonantes, una por una. Lo hacemos todos juntos y después se deja a los alumnos unos instantes para que se aseguren de la consonante que más les relaja.

Uso de la voz para la relajación -Ejercicios fundamentales:


Afirmaciones positivas
Hacer afirmaciones positivas tiene una eficacia muy grande. A continuación te invitamos a aprender a construirlas.

a) Escoger un conflicto o tema que nos provoque desasosiego o malestar (por ejemplo: cuando tengo un examen me pongo muy nervioso y no rindo lo que realmente podría).

b) Escribirlo lo más sintéticamente posible: Me pongo nervioso en los exámenes.

c) Convertir esa frase en positivo con las siguientes condiciones: Redactar la afirmación en primera persona del singular, comenzando por el sujeto “Yo” y añadiendo a continuación el nombre (por ejemplo: Yo, Ana…). Buscar el núcleo temático negativo y encontrar un predicado antónimo. Siguiendo con el ejemplo anterior, lo contrario de ponerse nervioso sería confiar, tener seguridad… No puede haber ningún elemento negativo (ni, no…) Tampoco han de aparecer dudas o condicionales (aunque, a pesar de todo,
pero, si…). Añadir un complemento sencillo. Algunos ejemplos de afirmaciones podrían ser:

Yo, (nombre), me relajo y confío.
Yo, (nombre), acepto…
Yo, (nombre), veo el sentido positivo de…
Yo, (nombre), me abro a….

d) Escribir 15 o 20 veces la afirmación construida. Hacerlo lentamente tomando mucha conciencia de cómo escribimos. Poner todos los sentidos en ello.

Frases relajadoras (10’)
Una vez realizada una larga introducción a la relajación (respiración profunda, inventario tridimensional y recorrido de autopresencia), se trata de repetirse alguna frase lentamente y de manera continuada. Entre repetición y repetición hay que dejar resonar esa frase en nuestro ser.
Ejemplos de frases relajadoras:
Estoy tranquilo (6 u 8 veces). A continuación: Estoy muy tranquilo (6 u 8 más), después: Estoy tranquilo, muy tranquilo y en calma (6 u 8 veces)15.
Estoy bien, estoy muy a gusto y bien.
Yo, (nombre) siento la paz.
Me pesan las manos (pies, etc.)

Los mantras (5’)
A continuación proponemos diferentes mantras para practicar:
Repetir la sílaba OM siete veces haciendo una pequeña pausa entre una y otra hasta que se acomode a la respiración y a todo el grupo. Es una experiencia muy reveladora y agradable. Podemos añadirle alguna letra más: GONG, GONG… Otro mantra podría ser: “Me siento como un árbol”.

Autoconversación
a) Introducción a la relajación.
b) Escoger un tema que nos preocupe o nos guste.
c) Se trata de establecer un diálogo con uno mismo como si fuéramos dos personas diferentes.

Vivir en gerundio
Consiste en una ejercitación cotidiana. Hay que pronunciar interiormente aquello que estamos haciendo, ya sea escribir, caminar, fregar… Así pues, me diré a mí mismo: estoy escribiendo, estoy caminando, estoy fregando… Hacer esto nos vuelve al presente. Si añadimos voz a nuestras tareas cotidianas gozaremos más de lo que hacemos y nos centraremos más en ello.

Uso de la voz para la relajación: Ejercicios de Profundización:

Frases respiradas
Se trata de introducir una frase relajadora en la respiración, de tal manera que al inspirar pronunciemos una parte de la frase y al espirar el resto. La frase puede hacer referencia a la propia respiración. Repetirla unas 10 o 12 veces. Veamos algunos ejemplos:

Al inspirar me lleno de vida, al inspirar siento la paz.
Yo me abro a la vida (inspiración) y me relajo (espiración).
Yo, (nombre), estoy tranquilo (inspiración), estoy realmente muy tranquilo (espiración).
Inspirando sé que inspiro, espirando sé que espiro.
Al inspirar me siento como una fl or, al espirar reposo todo yo.
Inspirandooooo, espirandooooo.

Ejercicios de Creatividad:

La frase del día
Construir entre todos un mantra que resuene positivamente a los oídos de los alumnos y tenga especial significado para ellos.

Relajarse con poesía
El profesor prepara previamente algún poema rico en expresiones pacifi cadoras y escoge alguna para practicar a modo de mantra con el grupo. Se puede llegar a leer todo un poema en actitud relajante. Basta con leerlo “corporalmente”, es decir, como si estuviésemos allí y como si lo hubiésemos escrito nosotros.

Canto gregoriano
Aunque pueda resultar gracioso en un primer momento, a los alumnos les suele gustar mucho cantar gregoriano. Buscar una antífona cantada y practicarla con ellos.

Realizar un concurso de mantras
Cada alumno tendrá que componer un mantra con las siguientes condiciones:

  • Que sea una sola frase.
  • Que resulte melódico pero fácil.
  • Que resuenen las consonantes.
  • Que tenga sentido para él.
  • Que sea invitatorio.


Ejercicios de Reflexión:
Rellenar la ficha de evaluación y debatir en grupo la eficacia de la voz y el habla. Comentar lo significante que es hablar mientras se está haciendo algo.

El refranero– Recopilar varios refranes. Hablar de cómo se gestan los refranes.

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