Trabajar la energía corporal en el aula

Trabajar la energía corporal o campos energéticos en el aula es otra técnica de relajación escolar que vimos en la entrada sobre relajación escolar basada en el libro de Luis López «Relajación en el aula: recursos para la educación emocional.» Seguimos de nuevo a este autor y su valiosa obra para acercarnos al trabajo de la energía corporal en el aula. Quizás todos hayamos visto alguna vez cómo un luchador de kárate rompe un montón de ladrillos con un golpe de mano o habremos experimentado, u oído hablar, de cómo la acupuntura usa las agujas para curar teniendo en cuenta los canales energéticos del cuerpo.

Cuando hablamos de energía nos estamos refiriendo a aquello que los orientales denominan “ki”, que quiere decir energía vital. Ésta ha sido investigada y estudiada desde hace miles de años en Oriente bajo la premisa de que todo es energía y todo es vibración, lo cual muy bien podría ser un postulado de
la ciencia occidental. En Occidente se ha llamado a esa energía de varias maneras: bioenergía (Lowen,
1980) u orgón por parte de Reich (1993).

La acupuntura es una de las disciplinas que más trabaja con la energía corporal. De hecho, la OMS hizo público en 1978 un informe en el que reconocía la eficacia de la acupuntura como práctica médica. Asimismo, en el año 2000, la British Medical Association reconoció también los efectos positivos de esta disciplina e incluyó el dolor de espalda entre las patologías susceptibles de ser tratadas con acupuntura (Servan-Schreiber, 2003).

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La energía corporal : PALABRAS CLAVE

Energía. Chacras. Lengua. Ki. Hara.

La energía corporal : Objetivos de la técnica

  1. Percibir y tomar conciencia del flujo de nuestra energía corporal.
  2. Reconocer y aceptar cuáles son nuestros principales bloqueos energéticos en el cuerpo.
  3. Aprender a canalizar la energía mediante el control de la lengua.
  4. Distinguir entre fisiología muscular y circulación de la energía corporal.
  5. Usar la conciencia energética para relajarnos y mejorar nuestro bienestar.

La energía corporal : Definición de conceptos

Llamamos energía corporal (prana, bioenergía, bioplasma, orgón…) al flujo vital que circula por nuestro cuerpo cuya dimensión holística influye en las dimensiones fisiológica y psicológica. En Oriente se llama Ki a ese flujo. De aquí que algunas disciplinas en las que la energía corporal es importante incluyen esta palabra, por ejemplo: Tai Chi, Qi-Kong, Aikido, etcétera.

El cuerpo energético es la densidad energética que recubre y atraviesa nuestro cuerpo físico y se rige por otros mecanismos y leyes que los de la fisiología, si bien están íntimamente relacionados. De hecho, parte de la medicina oriental, como la china, por ejemplo, se basa en el estudio y exploración del cuerpo
energético. La acupuntura es un buen ejemplo de aplicación práctica de la concepción energética de nuestro cuerpo. Este cuerpo energético es fundamental en la conocida terapia corporal llamada bioenergía.

Los chacras son centros de energía que hay en nuestro cuerpo de los que siete se consideran los básicos. Cada uno de ellos se encarga de regular diversas funciones psicocorporales (orgánicas y psicológicas). Algunos maestros de la India especializados en energía corporal son capaces de visualizarlos, de ahí que se hayan dibujado en numerosos libros por lo que sabemos que cada chacra
tiene un color dependiendo de su frecuencia vibratoria. Según los expertos, estos centros de energía captan la energía del universo.
A continuación, veremos de qué color es cada uno y qué función principal desempeña.

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El centro vital de nuestro cuerpo energético es el hara, que en japonés quiere decir vientre. La toma de conciencia del hara es fundamental para trabajar con la energía corporal.

La energía corporal : IDEAS CLAVE

El control de la lengua
La lengua es un órgano importantísimo en la percepción de la energía. En ella hay mucha sensibilidad debido a la cantidad de ramificaciones nerviosas que confluyen y también por su estrecha conexión con el cerebro. No olvidemos que es con la lengua con el primer órgano que experimentamos y conocemos el mundo. De esta manera, se considera la lengua como un centro de control de la energía. En este sentido,
la posición de la lengua es fundamental en el Método Aberstury de movimiento consciente (Mabel, 2001) o en la meditación Zen.

La percepción y el control de la energía
La percepción de la energía se hace en forma de calor, luz y pacificación. La Tierra desprende cierta energía telúrica que se percibe por las plantas de los pies, de ahí que debamos depositarlas en el suelo para energetizarnos. Por otra parte, la luz solar “alimenta” todo nuestro ser. Normalmente cuando estamos bien enraizados en el suelo la energía circula con mayor facilidad. Hay personas con experiencia en este campo que sentadas en el suelo o en una silla logran unir su energía a la Tierra y resulta muy difícil elevarlas, ni siquiera entre varias personas (Durckeim, 1989).

La acupuntura es una de las maneras más eficaces de controlar la energía. Según Servan-Schreiber (2003), mediante el control de la energía a través de agujas se consiguen tres sorprendentes efectos:
1) Cese de dolor.
2) Estimulación de endorfinas.
3) Equilibrio de las dos ramas del sistema nervioso, simpático y parasimpático.

Relajación y energía
Tal y cómo argumenta Blay (1988), existe una íntima relación entre relajación y energía. Todos tenemos diversos bloqueos de energía en nuestro cuerpo. Un bloqueo de energía es una obstrucción de la libre circulación de energía. Esto puede ser debido a diversas causas de entre las que cabe destacar las psicológicas o caracteriales (Lowen, 1980) y las posturales u orgánicas.

Anatomía emocional
Podemos hablar entonces de anatomía emocional (Keleman, 2003) como del mapa de resonancia de nuestras emociones que quedan reflejadas en el cuerpo energético y también en el físico. El movimiento fluido suele ser una expresión de la libre circulación de la energía, lo observamos en disciplinas como el Tai Chi.

energia corporal

La energía corporal : ACTIVIDADES

De Exploración:
Mapa energético
En el siguiente dibujo (Figura 30), coloread la densidad de energía que hay en cada parte de vuestro cuerpo. Descubre las zonas en que también se bloquea. Si habéis percibido que circula de alguna manera concreta, indícalo con flechas direccionales.

La manguera
Este ejercicio sirve para percibir la fuerza de la energía corporal. Introducción a la relajación de pie.
Los alumnos se colocan por parejas. Uno de ellos eleva un brazo (abducción) mientras el otro lo intenta impedir en sentido contrario. Más que una pugna, se trata de calibrar la fuerza que ambos han de hacer para no ser vencidos por el otro. Al cabo de unos segundos, el que está con el brazo extendido permanece así con él y el otro deja de actuar.

A continuación, el profesor pide que cierre los ojos el que tiene el brazo extendido y que imagine que su brazo es una manguera propulsora de agua con mucha potencia, que sale por los dedos. Se trata solamente de imaginárselo. La representación mental es estar regando un terreno que está a muchos metros de distancia. Se le pide que imagine que el chorro es cada vez más potente.

Al cabo de unos minutos solicitamos al otro compañero que intente bajarle el brazo. Se sorprenderán ambos al percibir que el primero casi no hace fuerza para mantenerlo extendido mientras que al otro le cuesta muchísimo más vencerlo, incluso en algunos casos no podrá abatirlo. Cambiar los roles de actuación.

Compartir la energía
Se trata de que los alumnos se sitúen por parejas y unan sus manos casi sin tocarse con los ojos cerrados. Irán percibiendo en forma de calor la proximidad del otro cuerpo. Jugar a separar y aproximar más o menos para ir notando la energía. Es importante la actitud de “escuchar con las palmas” de las manos la energía del otro.

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EJERCICIOS FUNDAMENTALES
El sol sobre mi cabeza
Después de sentarse cómodamente pero con la espalda más o menos recta, se les pide a los alumnos que imaginen una bola de luz brillante y blanca encima de sus cabezas, aproximadamente a un metro. A continuación exponemos un guión para ayudar al profesor (usar un tono de voz pausado y suave que invite a la relajación y también respetar las pausas y silencios, permitiendo que la cadencia del ejercicio
“cale” en los alumnos).

Cierra los ojos y entrégate este rato a estar tranquilo/a. Respira profundamente como ya sabes (…). Siente tus pies en el suelo, la temperatura de la sala… escucha los sonidos que hay fuera… siente cómo tu cuerpo se refresca con el aire que entra y se calienta un poco cuando el aire sale… Ahora, imagínate que a un metro de tu cabeza hay suspendida una bola luminosa, como un sol (…). De la bola, que es blanca y deslumbrante, emana un fluido de luz y energía que se va vertiendo sobre tu cabeza,…

…el contacto del fluido luminoso con el cuero cabelludo es suave y pacificador (…). Vas viendo cómo la luz entra en tu cráneo y comienza a inundar tu cara, tu cuello y va expandiéndose por todo el cuerpo
(silencio largo, dejando que suceda en ellos). Sigues observando como ese “sol” permanece ahí y no deja de derramar luz (…). Todo tu cuerpo se va inundando de luz y de paz… parece como si pesases cada vez
menos (…) (silencio largo).

Después de unos minutos se les invita a que cierren voluntariamente muy despacio el chorro de luz:
Ahora verás cómo la bola se hace cada vez más pequeñita y va dejando muy poco a poco de irradiar luz y verter fluido (silencio). Se va apagando cada vez más (…), ya no queda apenas rastro del “sol” encima de tu cabeza.

Visualización de energía (20´)
Este ejercicio conviene hacerlo despacio. Suele ser muy revelador en la percepción de la energía pues la visualización induce muy bien a sentirla. Cabe advertirles que serán conscientes que se trata de una inducción a sentir la energía y que las imágenes que usemos, son sólo imágenes. Como veremos, percibiremos la energía en forma de calor, luz y pacificación. El ejercicio consta de varias partes.
Introducción larga al ejercicio. En postura sentada se les induce a la percepción de la energía con el siguiente guión:

Coloca las plantas de tus pies en el suelo separadas el mismo ancho de tus hombros y deja que la verticalidad “ocupe” tu espalda (…). Ahora, imagina como un fluido luminoso blanco entra por las plantas de tus pies con la intención de seguir subiendo por los tobillos (pausa silenciosa larga). Nota cómo es muy suave y pacificador ese fluido…, poco a poco va invadiendo los tobillos… las pantorrillas… y llega
a las rodillas (…).

La energía va subiendo por los muslos hasta llegar al “hara”. Aquí se concentra y se densifica mucho, notándose muy bien su presencia (silencio). La energía vuelve ahora a bajar en forma de columna hacia el suelo pasando por el ano (…). La sensación es de estar bien enraizado en al suelo (silencio).
Repetir el ejercicio anterior: El sol en mi cabeza, excepto la última parte, en que se invita a los alumnos a cerrar el ejercicio.

En esta ocasión se les invita a visualizar cómo la energía recibida por la cabeza tiende a bajar también hacia el hara, uniéndose con la que sube por los pies. Es decir, la imagen es de dos focos de energía, uno situado en la cabeza y el otro que brota del suelo. Ahora imagina cómo el sol de encima de la cabeza baja lentamente hasta posarse en tu cabeza (…). Poco a poco la bola se hace cada vez más pequeña hasta hacerse del tamaño de una pelota de ping-pong (…). La bola entra en la cabeza e inicia un recorrido descendente… siente cómo está en el entrecejo… en la boca… en la garganta… cómo baja por el cuello hasta instalarse en el corazón (silencio).

Poco a poco el chorro de energía del suelo deja de emanar fluido y la luz que hay en el “hara” también sube al corazón haciéndose una con la “bola de ping-pong” (…). Del corazón sigue saliendo mucha luz hacia todo el cuerpo… también se vierte por fuera del cuerpo… incluso podemos imaginar cómo llena la sala… hasta unirse con la energía de los otros alumnos (…). Toda la sala está impregnada de esta luz
pacificadora.

Poco a poco, con el tiempo que cada cual necesite, vamos dejando apagarse lentamente la luz del corazón (…). Hacemos respiración profunda… sentimos la ropa en nuestro cuerpo… la temperatura ambiente… movemos lentamente las manos, la lengua dentro de la boca… nos estiramos… Recordar lo último, que será abrir los ojos (dar el tiempo necesario). Dibujar la experiencia y después comentarla por parejas y en grupo.

La lengua
Como hemos dicho, la lengua es un órgano fundamental para la percepción de la energía y la relajación. Nos sentamos y realizamos una buena introducción al ejercicio. A continuación, tomamos conciencia de la lengua. Se trata de poner en ella toda nuestra atención. Poco a poco la iremos notando más presente, pesada y densa.

Para ayudarnos a sentirla, además de no distraernos, podemos añadir otra herramienta, como por ejemplo la voz interiorizada (podría también ser una visualización u otra). Para ello, repetiremos una afirmación, por ejemplo: relajo la lengua por debajo de la lengua. Dejamos actuar la consigna sin esperar ningún resultado y observamos sin más. Damos tiempo a los alumnos y les invitamos a “no esperar nada”. Las sensaciones vienen solas, cuanto más las esperamos o buscamos, peor.

Hazlo “desde” la lengua
a) Escoger cualquier movimiento sencillo, quizás empezar por un dedo. Moverlo lentamente sin más. A continuación hacerlo de nuevo pero sintiendo que el movimiento parte de la lengua, a la cual se percibe muy gorda y presente. ¿Verdad que se distingue cuando se trata del movimiento muscular o del movimiento por energía? Si nos habituamos a “hacer las cosas desde la lengua”, notaremos el cambio.

b) Se les puede invitar a que escojan movimientos o actividades sencillas de la vida cotidiana (escribir, caminar, teclear en el ordenador…). Se trata de “pronunciarlas”, como hacíamos en las “afirmaciones”: estoy caminando… estoy escribiendo… De esta manera se consigue que la energía circule por todo el
cuerpo, que participa de forma global y fluida en la acción.

Ejercicio de Profundización:
Un baño de luz (5’)
Los humanos necesitamos un color determinado en cada momento, lo cual nos lleva a elegir a veces la ropa, la comida u otras cosas. Se les hace cerrar los ojos y visualizar los siete colores básicos. Acto seguido se les pregunta de cuál de ellos “tienen mayor necesidad” en esos momentos. A continuación se realiza el ejercicio El sol en mi cabeza, pero haciendo esta vez la visualización con el color escogido.

La meditación de los siete chacras (8’)
(Introducción a la relajación) El profesor va leyendo muy lentamente el siguiente texto. En las dos o tres primeras lecturas no dice el color de cada chacra. Posteriormente irá leyendo y diciendo después de cada frase el color correspondiente. Los alumnos se imaginan esa zona del cuerpo de ese color.
Habrá alumnos a los que les sea muy fácil imaginar los colores y otros presenten dificultades. Debemos advertirles que no pasa nada.

“En la silla planto el culo (rojo), por el vientre me entra la vida (naranja), a mi estómago llega la energía (amarillo) para convertirse en mi corazón en alegría (verde). Mi cuello se abre, mi voz vibra todo el día (celeste), mi entrecejo se relaja, todo lo entiende (índigo) y mi coronilla se ilumina (violeta).

Dar y recibir energía

Desde la misma disposición y dinámica que el ejercicio de exploración titulado Compartir la energía, se trata ahora de distinguir los dos roles de recibirla y transmitirla. Para ello, determinaremos quién adopta cada rol y mantendremos esa disposición sin cambiarla hasta que el profesor lo indique. Cuando nos toca “absorber” (recibir) energía, imaginamos que se abren los poros de la piel y que hay como una imantación (atracción). Cuando nos toca transmitir (expandir) energía, nos imaginamos que nuestras manos emanan calor y energía. Lo que al principio parece pura sugestión se convierte después en una clara percepción de que nuestro cuerpo capta y expande energía voluntaria e involuntariamente.

El poder de las manos (12’-18’)
Por parejas, uno se tumba boca arriba con ambas manos a los lados de las caderas y la cabeza perpendicular al techo. Los dos se preparan con respiración profunda y se concentran. El que no está tumbado sencillamente posa sus dos manos suavemente en su totalidad (palmas y dedos), una sobre el vientre (mano izquierda) y la otra sobre el pecho (derecha). No hay que hacer nada más que “estar ahí” con la atención plena en el otro y dejar que suceda. Hacerlo al menos 6 u 8 minutos cada uno. Después comentar las sensaciones.

Ejercicios de Creatividad:
Caminar desde la lengua y el vientre
Con relación al ejercicio titulado Hazlo desde la lengua, proponemos tomar conciencia de la energía mientras caminamos hasta dejar que sea ella quien nos mueva. Se trata de escoger la yema de un dedo y poner toda la atención en ella. Entonces, caminar como si el motor de la acción fuera el dedo y realizar todo un trayecto de varios metros “desde” un mismo dedo. Ir variando de dedo hasta haberlo hecho con
los diez de las manos. La sensación es que cada paso parece eterno. Si vemos que resulta sencillo podría ser viable hacerlo también con los dedos de los pies.

A continuación se puede trabajar con más de un dedo a la vez. Se van escogiendo de dos en dos, o primero dos y se añade un tercero. Así sucesivamente hasta llegar a caminar poniendo la atención en los cinco dedos de una mano o los diez de las dos manos. Otra parte del ejercicio es caminar imaginando que todo se produce desde el hara (vientre). Podemos visualizar cómo una luz potente que brilla en esa zona del cuerpo es el motor de cualquier movimiento.

La energía nos mueve
(Introducción al ejercicio) Percibir la propia energía y a continuación dejarse mover a través de ella.
Posteriormente se les pide que se pongan por parejas y se comuniquen la energía. Poco a poco se les va induciendo a que se comuniquen y se muevan desde la energía, permitiendo que todo el grupo se comunique desde la misma. Dejar que la comunicación y el movimiento sucedan espontáneamente.

Ejercicio de Reflexión
Hacer un dibujo sobre el cuerpo energético que exprese el fluido de la energía. También se les puede pedir que hagan un mural dibujando los chacras y sus colores.

Reflexionar individualmente y a continuación exponer a debate la siguiente frase:
Todo es energía, todo es vibración.

La energía corporal: Otras lecturas recomendadas

Uso de la voz para la relajación

Relajación escolar: TREVA- Técnicas de Relajación Vivencial en el aula

Focusing con adolescentes: El enfoque corporal para trabajar las emociones

Relajación en el aula: Recursos de Educación Emocional