Focusing con adolescentes: El enfoque corporal para trabajar las emociones

¿El focusing que es?

Focusing con adolescentes es una técnica de trabajo emocional basada en lo que también se denomina enfoque corporal. El Focusing es un proceso terapéutico desarrollado por el filósofo y psicoterapeuta Eugene Gendlin, que se utiliza en cualquier situación para mantener una atención abierta y no-crítica hacia aquello que se experimenta internamente pero a lo que aún no sabemos ponerle nombre.

Básicamente es una técnica que busca el cambio en las personas a partir del encuentro con sus sensaciones internas. De este modo, podemos aclarar lo que sentimos o queremos y así obtener nuevos conocimientos sobre una situación personal para luego transformarla o sanarla.

¿Cuántas veces le has preguntado a alguien qué le pasa porque le ves preocupado/a y te contesta «No lo sé»? Muchas ¿verdad? Esto es algo normal porque realmente en ocasiones, por mucho que se intente razonar parecen no llegar las respuestas sobre por qué nos sentimos de una manera. Un dato curioso es que el 80% de lo que nos ocurre se graba a nivel corporal y el 20% restante lo asume nuestro consciente. 

Por tanto, si pudiésemos conectar con nuestro cuerpo accederíamos a mucho más de lo que conseguimos a través de nuestra mente racional. ¿Cómo acceder a toda esa valiosa información y respuestas que están en nuestro cuerpo? Más adelante veremos los pasos concretos de este enfoque cuya práctica aumenta nuestro acceso a las experiencias significativas que registramos en nuestro cuerpo.

focusing enfoque corporal
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​¿Cómo surgió el focusing?

Eugene Gendlin, filósofo y psicoterapeuta de origen germano, fue discípulo de C. Rogers (Enfoque Centrado en la Persona) y en los años 50 acuñó el concepto de experiencing, refiriéndose a la
capacidad de vivenciar del individuo, de sentir consciente y holísticamente lo que le
pasa. Este

A partir de 1953 en la Universidad de Chicago Eugene Gendlin se dedicó a investigar durante 15 años por qué a veces la psicoterapia funcionaba con unos pacientes y con otros no, aplicando las mismas técnicas y el mismo terapeuta en similares circunstancias. La conclusión a la que llegó es que lo que determina el éxito de la terapia es la forma en que se comporta el paciente y lo que el paciente hace o atiende dentro de sí mismo durante las sesiones.

El paciente que obtiene resultados se concentra y atiende intuitivamente dentro de sí mismo a una conciencia corporal interna muy sutil y vaga, o «sensación sentida», que contiene información que, si es atendida o enfocada, tiene la clave para la resolución del problema o asunto sobre el que está experimentando el paciente.

Para Gendlin el Focusing es una técnica/proceso, no una terapia en sí que consiste en seis sencillos pasos y se basa en la escucha atenta del felt-sense (sensación-sentida), que es la impronta somática que deja cualquier vivencia en nuestro cuerpo (López González, 2011a), la cual va modulando y generando en el individuo cierto

Bases teóricas del Focusing o Enfoque corporal

​Las bases teóricas que fundamentan el focusing son tres: la terapia centrada en la persona y las teorías existencialistas y experienciales.

De acuerdo con Gendlin, esta técnica debe enmarcarse en la línea terapéutica de no-directividad creada por Carl Rogers, basándose en lo que podríamos llamar una «escucha activa del cuerpo.» De hecho en la técnica se pide a la persona:

  • una aceptación incondicional del cuerpo y el respeto a sus procesos y ritmos;
  • una búsqueda de la autenticidad y de escucha empática hacia las sensaciones internas;
  • una apertura plena a los mensajes o respuestas que envía el cuerpo
  • una dinámica de comunicación con el plano corporal a través de la pregunta

Del existencialismo se toma la idea de que nuestras sensaciones, nuestra personalidad y nuestros pensamientos surgen de la interacción con el entorno y por tanto no existe una barrera “yo interno-mundo”, que los convierta en dos realidades separadas. Así se entiende que todo lo que experimentamos como seres en un entorno siempre está en relación a algo. Nuestra experiencia no puede ser solo un proceso interno aislado sino una realidad interactiva que abarca toda la multitud de variables que configuran la situación que se vivencia. Por todo esto es necesario enfocarse en cómo vive la persona sus experiencias, a cómo siente las cosas y con las sensaciones internas que le avisan dónde fluye y dónde sigue bloqueado/a.

De la teoría experiencial, Gendlin tomó el interés por la existencia preconceptual, es decir, la experiencia que precede a la definición, a las palabras y a los conceptos. La experiencia de estar vivos aquí y ahora que proporciona el cuerpo que es mucho más compleja que reducir la experiencia a nuestros conceptos racionales y definiciones. Las palabras no pueden nunca llegar a cubrir todas las facetas de una experiencia. No somos solo pensamientos y palabras.

Además, la realidad que experimentamos es algo muy personal y único para cada persona y ésta tiene que trabajar con sus sensaciones personales y el sentido que cobran para ella según la interpretación que ha hecho de su experiencia.

focusing enfoque corporal
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Enfocando la dimensión corporal

Esta técnica cede el protagonismo al cuerpo porque considera que éste es “sabio” para alcanzar su equilibrio y encontrar sus caminos de curación de manera natural. Gendlin nos dice que si el cuerpo nos envía mensajes de malestar es porque “sabe” cómo está la persona. No obstante, también nos advierte de la equivocación que supondría tomar la sensación corporal como el único referente real para guiarnos en la vida. Eso ya lo sabemos y ya veremos más adelante por qué.

La técnica del focusing se enfoca en el trabajo corporal según tres argumentos:

– El cambio se tiene que dar en el presente de la persona, en su aquí y ahora. Aunque recordemos el pasado, la sensación interna que nos transmite el cuerpo ocurre en el presente y por tanto hay que buscar la liberación del malestar del cuerpo en el presente.

– El cambio tiene que darse tanto en el cuerpo como en la mente. El objetivo no es solo contactar con el sentimiento sino ayudar a cambiar cómo lo siente el cuerpo. No sirve de nada entenderlo y reflexionar sobre ello si el cuerpo sigue sintiendo que algo va mal.

El cuerpo aporta más información en el proceso del cambio que la mente. La mente consciente es incapaz de almacenar toda la información que implica una experiencia. Es el cuerpo el que almacena las sensaciones y las recuerda. Todos hemos experimentado cómo nuestro cuerpo no reacciona igual cuando está frente a un amigo o a una persona que nos incomoda. La mente no puede explicar de forma lógica por qué nos ocurre. El cuerpo manda y las tripas no te engañan cuando algo sigue sin estar bien con alguien.

Hemos de advertir una vez más que el propio Gendlin reconoció que la técnica de Focusing no es una terapia en sí misma y de hecho es insuficiente para producir un crecimiento humano o espiritual en la persona. Gendlin propuso esta técnica como un complemento para mejorar la eficacia de otras psicoterapias pero que no debe desestimarse porque apunta al plano donde realmente hay que buscar el cambio en la persona, en su corporalidad.

Método de trabajo focusing: «Experiencing»

El focusing busca que la persona tome conciencia de las sensaciones corporales internas que le envía su cuerpo. La persona es la única que sabe cómo siente su cuerpo los problemas y dónde están los puntos nucleares donde es necesario trabajar. Gendlin llamaba “experiencing” a esa capacidad de las personas para vivenciar sensaciones físicas y anclarnos a nuestro cuerpo. Tras procesarlas adecuadamente, la persona también pasaría a ser capaz de simbolizarlas de forma correcta y atribuirles significado.


Teoría y práctica del Focusing en el programa TREVA

Ésta es la unidad clave del Programa TREVA que incluye otras técnicas que ya hemos presentado en el artículo, al que le dedicamos una entrada completa, de ahí su mayor extensión. Se trabaja un aspecto crucial de la Educación Emocional, el papel de la vivencia en nuestra vida cotidiana y en la relajación. Hablaremos, entre otras cosas, de nuestra conciencia sensorial, de la capacidad de sentir y vivir las situaciones de la vida y de la relación que hay entre emoción y energía.

En nuestro afán de reivindicar “lo corporal” en la educación transversal, proponemos de antemano que nos concibamos, cada cual a sí mismo, como un cuerpo que se emociona. También será de vital importancia aprender a desarrollar la interioridad para distinguir lo que es el “yo” de las sensaciones y emociones, descubriendo y desvelando lo que llamaremos espacio interior.

Todo ello lo haremos mediante una auto-observación exhaustiva del propio cuerpo que se concreta en dos grandes trabajos relacionados entre sí:
1) Aprender a vivenciar (experiencing).
2) Focusing (proceso del enfoque corporal).

Normalmente, ante una sensación desagradable nos solemos identificar con aquello que sentimos, sin poder apreciar ningún espacio entre lo que sentimos y nosotros mismos, lo cual nos suele llevar a sentir dolor y, a veces, a la desesperación. Pero resulta que si indagamos en todo esto podemos llegar a descubrir que existe un gran espacio interior que puede ser habitado y desde el cual las cosas se pueden llegar a ver, vivir y sentir de otra manera, es decir, con mayor tranquilidad.

Enfocar querrá decir poner toda la atención “sin juzgar” ni cambiar nada de lo que encontremos o aparezca. Dejar que todo pase sin forzar, simplemente permaneciendo con la atención puesta en ello, lo cual ya será un gran paso. Esto supone prácticamente una actitud meditativa, pues la atención es la herramienta básica y nuclear de la meditación. En realidad, todas las técnicas que hemos trabajado hasta ahora utilizan el “enfoque”, pero existe una técnica que se encarga de “enfocar” nuestras
emociones y que en concreto abordamos en esta unidad didáctica.

PALABRAS CLAVE
Focusing. Educación emocional. Anatomía emocional.

OBJETIVOS DE LA TÉCNICA
1) Desarrollar la competencia emocional.
2) Saber gestionar corporalmente las emociones.
3) Aprender la técnica de los seis pasos (Focusing).
4) Aprender a escuchar el cuerpo y descubrir su manera de “pensar”.
5) Saber escoger con autenticidad, equilibrio y profundidad la palabra, el gesto o
la acción.

6) Resolver conflictos.
7) Vivir con mayor serenidad.

DEFINICIÓN DE CONCEPTOS

Experiencing
¿Qué es el experiencing, origen del Focusing? En los años 50, momento en que Carl Rogers tomaba constructos existencialistas para enriquecer su visión de la psicoterapia, aceptó el término Experiencing para referirse a la capacidad psicocorporal de la persona capaz de experimentar. Gendlin (1962) usó el concepto Experiencing en sus trabajos refiriéndose a la capacidad que tenemos de vivenciar las situaciones. Para él, toda situación deja una huella en la profundidad de nuestro cuerpo. De esta manera, cualquier actividad mental, incluso razonar, tiene su dimensión corporal.

En la actualidad esta dimensión corporal del pensamiento y las emociones está siendo investigada por prestigiosos neurocientíficos de entre los que cabe destacar a Antonio Damasco, quien sostiene la tesis de que La razón se siente (Damasio, 1994). Gendlin propone un nuevo modelo de acercamiento a la realidad, abordando “lo” que queda inscrito en nuestro cuerpo en cada momento, a lo que el denomina felt-sense (la traducción sería sensación-sentida). Para realizar este nuevo abordaje propuso el modelo de los six steps (seis pasos) al que llamó Focusing.

¿Qué es Focusing?

El Focusing es un método vivencial creado por Gendlin (1988) que se basa en la escucha profunda, amable y atenta del propio cuerpo para aprovechar su sabiduría y hacernos más conscientes de cualquier experiencia, a la vez que nos guía en nuestra acción. Consta de seis sencillos pasos con los que se localiza y focaliza el felt-sense (sensación-sentida) abriéndonos espacios de transformación y liberación en nuestro cuerpo. Focusing se aplica con gran éxito en diversos ámbitos, además de en la relajación, entre los que se encuentran la psicoterapia, la comunicación, el crecimiento personal, la creatividad o la medicina.

A continuación exponemos los seis pasos de este método de enfoque
emocional (Figura 33):

  1. Crear un espacio para enfocar (PREPARARSE).
  2. Formar la sensación-sentida (felt-sense) (SENTIR).
  3. Conseguir un “asidero” (EXPRESAR).
  4. Resonar (COMPROBAR).
  5. Preguntar (PROFUNDIZAR).
  6. Recibir y cerrar (ACABAR).
pasos del focusing
Carlos Alemany,(2007). Manual práctico del Focusing de Gendlin.

Focusing tiene una serie de características propias que lo destacan entre otras disciplinas. Éstas son:

  1. Es integrador y humanista. Se centra en la persona.
  2. Como método es de gran sutileza. No es agresivo, invasivo ni espectacular.
  3. Respeta el ritmo de cada uno y la diversidad personal.
  4. Tiene en cuenta y trata la vivencia en su conjunto.
  5. Da la máxima importancia al proceso de la emoción y no a cómo se llama.
  6. Cuando se practica, suele resultar familiar y cercano.
  7. Es antidogmático y flexible.
  8. Se puede aplicar combinándolo con otras técnicas o escuelas.

Sensación, emoción, sentimiento y pasión.

Antes de definir exactamente lo que es la sensación-sentida (felt-sense), creemos
oportuno matizar el significado de algunos vocablos emparentados: sensación, emoción,
sentimiento y pasión.
La conciencia sensorial permite que las personas tengamos sensaciones, emociones, sentimientos y pasiones. Las cuatro son fruto en una u otra medida de dicha conciencia sensorial. Defi námoslas a partir de un ejemplo. Al escuchar música: ¿qué pasa? Que la sensación será la impresión sensorial causada en mí a través del órgano del oído. La emoción en este caso se referirá al estado provocado por la sensación, es decir, la reacción. Las emociones son viscerales, son respuestas que salen desde dentro de nosotros. Las emociones oscilan entre el placer y el displacer. Por eso la música y el
arte en general nos afectan tan directamente.

El sentimiento será la vivencia profunda de esta emoción. Podrá ser de alegría, paz, satisfacción, vitalidad, esperanza, etc. El sentimiento es más elaborado y sutil que la emoción, está por encima de ésta. Es importante destacar cómo una misma sensación puede provocar diversas emociones y sentimientos. Asimismo, una misma emoción de placer, por ejemplo, puede conducir a diversos sentimientos: alegría, poder, bienestar, agradecimiento o ganas de compartir.

La pasión incluye un elemento de direccionalidad, es decir, la pasión es siempre dinámica. Se refiere a la atracción que tenemos respecto a una música u otra, también hacia otras actividades, objetos o personas. Cuando las pasiones se desordenan en nosotros pueden acarrearnos algunos problemas como la adicción, la dependencia, o la violencia, entre otros.

¿Qué es la sensación-sentida (felt-sense)?

Es la huella vivencial que se manif esta en el interior y profundidad de nuestro cuerpo durante cualquier vivencia. Se genera en cualquier forma de emoción (sentimiento, emoción, pasión, etc.). La sensación-sentida abraza las tres dimensiones de las que se deducen los tres componentes que la respuesta emocional tiene, propuestos por Lang (1968) y aceptados por casi todos hoy día: conductual, cognitivo y
fisiológico. En este sentido, podríamos decir que la sensación-sentida viene a ser el núcleo vivencial de estos tres componentes.

Si le prestamos atención a la sensación-sentida, ésta se convierte en referencia de autenticidad y bienestar.

Llamamos anatomía emocional al estudio de cómo las emociones se reflejan en nuestro cuerpo. Hay personas que viven más sus confl ictos desde el pecho, otras desde el vientre, etc.

¿Qué es el body-shift o cambio corporal?

Como hemos dicho, cada vivencia deja en el cuerpo una sensación-sentida. Cuando ésta evoluciona, es decir, cuando sentimos de otra manera el confl icto en el cuerpo, es que se ha producido un cambio corporal conocido originalmente en inglés como body-shift (Gendlin, 1988). El cambio suele ser generalmente liberador y pacifi cador. Es la referencia de que el proceso se está llevando bien y con buenos resultados.

Conviene tener también en cuenta lo que entendemos por competencia emocional ya que nos estamos refi riendo al enfoque emocional. Para ello, adoptamos la defi nición de Bisquerra (2003:14) que la entiende como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular, de manera adecuada, los fenómenos emocionales. Como podemos deducir al leer la defi nición, Focusing es un método para la mejora de la competencia emocional.

No podemos pasar sin mencionar lo que signifi ca la Inteligencia emocional que, según Salovey y Mayer (1990), es la habilidad de gestionar los sentimientos y las emociones, discriminar entre ellos y usar esta habilidad para dirigir los propios sentimientos y acciones. Por su parte, Goleman (1995:43-45) defi nió los cinco factores que componen la Inteligencia emocional: autoconocimiento, autocontrol, empatía y
habilidad social.

IDEAS CLAVE

Atención y auto-observación

La atención y la auto-observación son las herramientas básicas del Focusing. Esta manera de atender a las emociones en el propio cuerpo desvela en el alumno una atención más profunda, algo más que la simple concentración mental. Se trata de una atención global que integra cuerpo y mente. Es una atención pacificadora y acogedora que exige poner en marcha actitudes humanistas hacia uno mismo y desarrolla cualidades para la autoestima.

¿Cómo abordamos normalmente un conflicto? ¿Y desde el Focusing?
Como vemos en la Figura 35.a, cuando vivimos un conflicto, habitualmente le solemos dar vueltas y vueltas hasta sentirnos ahogados, ya que nos estamos identificando con el problema y el pensamiento se dispara: análisis tras análisis y acierto-error, cansándonos inútilmente sin que el problema haya cambiado.
La respuesta instintiva suele ser o la indiferencia o poner una barrera entre el conflicto y nosotros, pero el conflicto sigue ahí y la preocupación también. Solamente sentimos paz cuando el yo que vive todo eso encuentra espacio abierto y puede “respirar”, independientemente de que los problemas sigan ahí; así,
probablemente, logramos que se hayan hecho más pequeños.

focusing yo

La diferencia entre el proceso habitual y el que se lleva a cabo con Focusing es que en el primer caso utilizamos un lenguaje analítico-racional, pues predomina la razón sobre el sentimiento, además de que apenas nos damos tiempo a sentir y expresar, enseguida pasamos al análisis y a buscar causas y soluciones. En cambio, mediante el enfoque corporal (Focusing), se da prioridad a sentir, a expresar de forma espontánea y, sobre todo, se da pie a comprobar que lo que expresamos se corresponde con
lo que realmente sentimos, acercándonos así al núcleo de la emoción.

A continuación presentamos un cuadro-resumen (inspirado en Carlos Alemany) que compara ambos
procesos, el habitual y el de Focusing.

focusing

Beneficios del Focusing

Los beneficios principales del Focusing son:
– Distinguir entre representación mental y vivencia.
– Desvelar la autoconciencia y desarrollar la propia identidad reconociendo que
existe un yo corporal.
– Desarrollar una atención nueva.

– Crear espacio entre nosotros y los confl ictos.
– Ser más auténticos.
– Centrarnos.

El Focusing positivo
También existe un Focusing positivo que sirve para enfocar y desarrollar las cualidades y virtudes de los alumnos (Marder, 1997), así como sus emociones positivas. Éstas quedan a veces en un segundo plano debido a las exigencias curriculares y metodológicas de la escuela.

Focusing y educación emocional
Son muchas las razones por las que recomendamos Focusing en su aplicación a la Educación Emocional:
a) Reivindica la importancia que deben tener el cuerpo y la conciencia corporal
en la Educación Emocional proponiendo un modelo concreto.
b) Desarrolla la cognición sincrética del hemisferio cerebral derecho, que es el
que se ocupa de las emociones.
c) Trabaja desde una concepción holística del individuo.
d) Mejora directamente todas las habilidades de la Inteligencia Emocional.
e) Da amplitud y profundidad al proceso de la cognición emocional.
f) Pone la atención en el sí mismo como base de la cognición emocional.
g) Hace signifi cativa la propia vivencia emocional y obliga al individuo a implicarse en ella.
h) Da importancia a la fase preverbal a la vez que obliga a desarrollar el propio lenguaje con más precisión.
i) Desvela un nivel profundo de conciencia e interioridad.
j) Sirve como método de relajación vivencial y hace de puente a la meditación.
k) Resulta de fácil aprendizaje, adaptable y de versátil aplicabilidad.

El doble rol
En este método es primordial aprender a realizar los dos papeles: guiar y ser guiados. Tanto el que enfoca como el que acompaña o guía han de ser muy cautelosos en todos los aspectos.

Actitud humanista
La persona que enfoca requiere y, por tanto, desarrolla en el proceso numerosas actitudes humanistas:
– Apertura.
– Confianza.
– Reconocimiento y Aceptación.
– Amabilidad.
– Agradecimiento.

Consejos para guiar
A continuación damos algunos consejos para hacer de Guía:
– Seguir los 6 pasos, respetando el tránsito de uno a otro sin que ello perjudique el trabajo de enfoque.

– Tener empatía.
– Mostrar confianza, neutralidad y naturalidad durante el proceso.
– No interpretar “lo que expresa el que enfoca”.
– No preguntar causas o efectos, atenerse a lo que “surja”.
– Respetar el ritmo del que enfoca, que sea él quien lo marque.
– En caso de estancamiento, ayudarle amablemente.
– No prever nada.
– Ayudar al que enfoca a que sepa agradecerse a sí mismo lo bien que lo está haciendo.

Habilidades cognitivas de relajación
Asimismo, esta técnica trabaja conjuntamente las tres habilidades cognitivas de la relajación propuestas por J.C. Smith (Amutio, 1998):
1) Enfoque.
2) Receptividad.
3) Pasividad.

Aplicación educativa
Por otra parte, Focusing tiene una gran aplicabilidad educativa. Este método está dando muy buenos resultados en el campo de la terapia infantil y adolescente (Negau, 1988) y la educación (Lutgendorf, 1987; Conway, A. 1997; López González, 2003). Ello se debe a que a los niños les es atractivo el Focusing. En la interacción alumno-currículo casi nunca está presente el mundo emocional del educando, como si éste no sintiese “lo” que pasa en su proceso de aprendizaje, como si aprender no fuese ante todo una vivencia.

Creemos que la relación entre los currículos y la vida de los alumnos debería ser esencial. Por eso, una educación centrada en la persona requiere de la Educación Emocional. En este sentido, Focusing permite que los alumnos se hagan responsables de sus emociones y de su aprendizaje dándole a ambos un significado profundo y personal.

Focusing se puede aplicar en el ámbito escolar a diversas disciplinas entre las que se encuentran la educación visual y plástica, las lenguas, la mediación y resolución de conflictos, la educación física, etc. Pero, sobre todo, es en los contenidos de Educación Emocional (autoconocimiento, autocontrol, autoestima, habilidades sociales y de vida) donde Focusing y el resto de técnicas de relajación vivencial tienen cabida.

ACTIVIDADES de Exploración:
Inventario de sensaciones (15’)
(Introducción a la relajación).
Tomar una postura cómoda, enfocar la atención en el cuerpo y preguntarse: ¿Cómo está mi cuerpo? A continuación, dibujar con diversos colores la gradación de sensaciones que vayamos descubriendo, tanto negativas como positivas, en las siguientes siluetas que representan nuestra corporalidad (izquierda=frontal; derecha=dorsal). Hacerlo de manera que dejemos constancia de lo que significa cada
color: indicándolo con flechas o abajo con un índice del significado de cada color, como si fuese la leyenda de un mapa.

Anatomía vivencial
Durante la realización de este ejercicio, los alumnos se harán preguntas que, aunque aparentemente puedan considerar algo absurdas, les hará pensar en sí mismos y en su “biografía corporal” Sensograma vivencial.

focusing siluetas

En las siguientes siluetas (, que vuelven a representar nuestro cuerpo, por delante y por atrás, reflejar de manera espontánea las respuestas al siguiente guión de sugerencias. Poner mucha atención y tomar conciencia. Usar los colores que proponemos.
– Zonas que normalmente están más tensas de tu cuerpo (rojo).
– Zonas normalmente más relajadas (amarillo).
– Zonas que menos te gustan (violeta).
– Partes de tu cuerpo que más te gustan (azul).
– ¿Con qué parte de tu cuerpo te identificas más? (verde).
– ¿Qué parte conoces menos y te gustaría conocer más? (naranja).

focusing siluetas

Vivenciar no es pensar
Preguntarse a uno mismo cómo es nuestra vida últimamente. Dejar unos minutos para que el cuerpo revele la sensación general de fondo que recoge la vivencia general, es decir, la globalidad de qué y cómo siento eso. Al cabo de unos instantes, sin que sea todavía de una manera muy clara, se revelará en tu cuerpo una sensación de fondo, esa es la sensación sentida. Haz lo mismo, pero ahora respecto a una situación o persona concreta. ¿Cómo es lo que sientes en el cuerpo cuando piensas en “eso”?

Vivencia positiva, vivencia negativa
a) Después de unos minutos de introducción a la relajación, recordar una vivencia hermosa y escuchar la resonancia que esa experiencia deja en el cuerpo. Démonos tiempo y actuemos con calma.
b) Mirar que poco a poco irá emergiendo una sensación fácil de detectar que, aun siendo vaga y difusa de momento, nos da plena certeza de que algo está ahí. Se trata de la sensación-sentida (felt sense).
c) A continuación, visualizar una experiencia negativa y realizar el mismo proceso. Podemos ir pasando de una sensación a otra distinguiendo cómo nos afectan corporalmente las vivencias.
d) Se puede realizar este ejercicio enfocando personas con las que tengamos más o menos conflicto. Piensa en una persona agradable para ti. ¿Cuál es la sensación-sentida que te provoca? A continuación trae a tu memoria otra persona pero en este caso que te resulte muy poco agradable, incluso sientas como embarazoso estar junto a ella. ¿Cuál es la sensación-sentida? Pasa de una a otra sensación.

Enfocar es observar
a) Observa los objetos que te rodean, fíjate en los detalles de color, forma, textura, etc. A continuación, escoge un único objeto que presente diversidad de colores y formas y obsérvalo con detenimiento, haciendo un zoom de los pequeños detalles.
b) Haz lo mismo ahora con tu cuerpo. Pasa de la globalidad del cuerpo a enfocar sólo el tronco y después alguna sensación concreta. Observa alguna zona concreta de tu cuerpo y constata, sin juzgar ni querer cambiar nada, que hay muchos detalles por descubrir. No lo mires como bueno ni malo. Intenta tomar cierta distancia de lo que sientes. Es como mirar los peces que saltan del agua en un estanque.

Hervidero de sensaciones
Fijar la atención en una parte pequeña de nuestro cuerpo. A continuación, ir identificando diferentes sensaciones que haya: picor, volumen, movilidad, imagen, tacto. Ampliar el espacio de atención un poco más y detectar nuevas sensaciones. Poco a poco ensanchar más ese espacio de atención hasta abarcar todo el cuerpo o gran parte del mismo. Comprobaremos que en nuestro cuerpo hay cientos de sensaciones diferentes, es como un auténtico “hervidero de sensaciones”.

Abrazar una sensación
Escoger una sensación o emoción que haya ahora mismo en vuestro interior. Concretarla lo máximo posible y ubicarla en el cuerpo. Imaginas que os sentáis a su lado y la abrazáis interiormente. Estaos con ella, hacedle compañía.

Siento, siento… ¿qué sientes?
Se trata de jugar por parejas de manera similar al conocido “Veo, veo”. Se puede hacer tanto con un aspecto negativo de nuestras vidas como con una vivencia positiva.
a) El jugador número 1 se toma unos instantes para enfocar un conflicto (o agrado). Una vez que haya localizado la sensación-sentida en el cuerpo y la perciba un poco le dirá al otro: Siento, siento…
b) El jugador número 2 responderá: ¿Qué sientes? Así se inicia un proceso de diálogo en el que 2 va aproximándose a la forma de sensación que hay en el cuerpo de 1. El jugador 2 puede plantear preguntas acerca de las características sensoriales de la sensación (peso, tamaño, forma, textura, movimiento, etc.)
pero nunca preguntarle qué es o adivinar el conflicto en sí.

Aunque en el juego Veo, veo, la partida termina cuando el jugador número 2 acierta lo que está viendo o pensando el jugador 1, en nuestro juego se trata de que el jugador número 1 vaya reconociendo y acercándose cada vez más a la realidad de la sensación a base de las propuestas o preguntas que le hace el jugador 2. El juego termina cuando han alcanzado entre los dos una descripción bastante fiable de la sensación. A continuación se invertirán los papeles entre los jugadores.

Enfocar sentados
Aplicando todos tus recursos (respiración, relajación…) permanece sentado, sobre todo atento a la respiración, y sé capaz, desde el espacio interior, de estar con todo lo que te acontezca ahora mismo. Admítelo todo.

Ejercicios fundamentales

Guía básica del Focusing
A continuación indicamos cómo realizar el recorrido de los seis pasos de este método, indicando las partes y subpartes de cada uno de ellos. Cada paso trabaja una habilidad diferente y constituye una actividad concreta, por lo que se tendrá que ejercitar por separado, pero conviene concebirlos en relación unos con otros. Hagámoslos seguidos para dar globalidad al método y sobre todo para no quedarse con
posibles malas sensaciones.

Paso 1: prepararse para enfocar
Objetivo: Despejar un espacio y enfocar algo.
a) Relajarse
– En una postura cómoda, relajarse con alguna consigna. No olvidar la respiración y relajar la lengua.
b) Despejar un espacio
– Decirse a uno mismo: Mi vida es totalmente plena, soy totalmente feliz ahora mismo, ¿no es verdad? Dejar unos segundos que resuene. ¿Qué hay entre mí y sentirse bien?
c) Hacer inventario
A medida que, al hacernos esta pregunta, surjan temas o conflictos que impiden que estemos del todo bien, se trata de hacer una lista o inventario de los mismos hasta tener unos cuantos. Escribirlos o numerarlos en un papel si hace falta.
d) Escoger “algo”
En vez de ser nosotros quienes escojamos el tema con el que trabajar, iremos pasando “la mirada” de uno a otro hasta que haya un tema que “nos escoja a nosotros”. Siempre hay algún asunto que necesita ser tratado más que otros. Poco a poco destacará un asunto al cual empezaremos a prestar toda la atención. El resto de temas los dejamos a un lado. Para empezar, tengamos cuidado a la hora de elegir. No “meterse” en un tema demasiado doloroso o complejo, tampoco tendremos mucho tiempo. Más adelante, y con la ayuda de alguien, ya profundizaremos. Ahora se trata de aprender la técnica.

Paso 2: sentir
Objetivo: Sentir el “tema” con nitidez y ubicar su resonancia en el cuerpo. Dejar que poco a poco se forme la sensación-sentida (felt-sense).

a) Enfocar “eso”
Tener presente “ese algo” y “ponerlo enfrente” de nosotros. Mirarlo con un poquito de distancia, si puede ser. Dejar pasar unos minutos con atención relajada y actitud amable.
b) Sentirlo en el cuerpo
Llevar la atención al tronco de nuestro cuerpo (entre el cuello y el vientre) y sentir qué sensación se forma con ese “tema”. ¿Cómo nos afecta en nuestra realidad corporal? Al principio será una sensación muy vaga, pero muy real.
c) Hacer un zoom
Afinar la atención lo máximo posible observando todos los detalles. Mirar hasta dónde llega la sensación-sentida.

Paso 3: expresar
Objetivo: llevar a la conciencia lo que hay en el cuerpo dándole “nombre”. Tener en cuenta que el lenguaje “no verbal” juega un papel muy importante.

a) Conseguir un asidero
Lo primero es encontrar un asidero al que acogernos para seguir el proceso. Para ello nos preguntamos: ¿Cuál es la cualidad de eso? ¿Qué palabra, frase, imagen, gesto, sonido surge de ahí? ¿Qué palabra o cualidad se ajusta más? Dejamos que surja lo que sea, y lo decimos sin temor a que no se ajuste a la realidad corporal. Recordamos que la expresión ha de ser lo más sensorial posible. Puede ser una palabra, un gesto, una frase o una combinación. De lo que se trata es de que “salga de dentro”.

Es muy probable que la primera expresión consista en una palabra que describa la sensación pero de manera intelectual (cobardía, nervios, indecisión, duda, odio…). Por ello, hay que insistirles siempre en que “hablen desde el cuerpo”: ¿Cómo es esa sensación en el cuerpo? Es conveniente pedirles que “se hagan como niños” y describan la sensación con los sentidos y no con el intelecto. Por ejemplo, en vez de decir nervios, es más propio del Focusing hablar de como un cosquilleo, o es más útil en este tipo de procesos decir tengo como una bola de acero arrugado en el estómago para describir el miedo que hablar de una sensación pavorosa o terrorífica. Lo segundo no nos da información sensorial, lo
primero sí.

b) Describir
Para ayudarles a “enfocar” la sensación sugerimos seguir algún guión de descripción de la sensación-sentida (felt-sense), por ejemplo el que proponemos en la Pedagogía de los seis pasos, actividad que sigue a esta Guía básica del Focusing.

Paso 4: comprobar
Objetivo: Cotejar “lo expresado” con “lo que se siente» e irlo ajustando poco a poco.
a) Comparar
Se trata de comparar la palabra, gesto o imagen expresada y la sensación-sentida.
Podemos decir a los alumnos: ¿Es realmente eso… (repitiéndoles “lo” que dijeron)?
A continuación se les deja resonar unos instantes antes de responder.
b) Ajustar
Cuando han tenido tiempo de cotejar lo expresado con la sensación-sentida, se les invita a que hagan ajustes: ¿Quieres cambiar algo para que se ajuste más? ¿Ha cambiado la sensación? En caso de contestar afi rmativamente a esta última pregunta estaríamos ante un body-shif o cambio corporal.
c) Permanecer
Cuando haya habido algún ajuste (o no) habrá que volver a observarlo con atención amable. Cabe destacar aquí que en el momento en que comparamos lo que hemos expresado con lo que sentimos es necesario volver a expresarlo, con lo cual se vuelve al paso 3.

Paso 5: profundizar y significar
Objetivo: Dar significado a lo que está pasando y transferirlo a la realidad y al escenario donde todo esto ocurre. Se revelarán nuevos espacios en nuestro interior y nuevas maneras de enfrentarnos a “eso”.
Preguntar
Se “lanzan” al alumno una serie de preguntas, por ejemplo: ¿Qué es lo peor de esto? ¿Y lo mejor? ¿Qué necesita? ¿Cómo seria si todo estuviese bien? Las preguntas se formulan de una en una. Nunca se preguntará por las causas ni tampoco se dará ningún tipo de consejos. No perder de vista lo corporal. Dejar que sea el cuerpo el que “hable” en todo momento.

Propuestas
Como es de suponer, lo que el alumno quiere es sentirse mejor en su realidad frente a todo “ello”. Por eso le volvemos a “lanzar” algunas preguntas que le ayuden a adoptar una “nueva postura” frente al confl icto. Las preguntas serían del tipo: ¿A qué me invita esta sensación? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Me puedo imaginar a mí mismo de otra manera?


Anclarse
Cuando surge una sensación nueva, es muy importante “quedarse” en ella unos minutos. Es la manera de que el cuerpo lo viva en profundidad y el cerebro pueda registrar esa nueva manera de sentir y vivir las cosas.

Paso 6: cerrar y agradecer
Objetivo: Cerrar, proteger y agradecernos el trabajo.
Se les invita a ponerse una mano en el pecho para acabar el método y realizar alguna respiración profunda. Esto les dará cierta conciencia de que están en intimidad con ellos mismos y van a abandonar la práctica. También es una manera de contactar profundamente con lo más profundo de ellos.
a) Respirar y cerrar
Además de hacer una “salida” del ejercicio, como hacemos normalmente, se pide a los alumnos que cierren el proceso con delicadeza. Hay que hacerlo muy lentamente, entendiendo que podemos volver a trabajar “con eso” cada vez que queramos. Hacerlo con la delicadeza de aquel que acaba de leer un rato un libro que le gusta y lo cierra hasta otro día.
b) Proteger
Se trata de proteger la experiencia de nuestra crítica severa, de no permitir que nos asalten pensamientos negativos o de duda. En el caso de que nos invadan pensamientos (¿para qué sirve esto?, ¿es real lo que he vivido? Ya verás, volverás a estar igual que antes…) , hay que intentar no hacerles caso. Recordemos que lo vivido no es menos realidad que lo que habitualmente sabemos y pensamos sobre ese tema. Por muy pequeño que haya sido el avance, con toda seguridad será un cambio integral, no sólo a nivel cognitivo.
c) Autoagradecer
Generalmente solemos agradecer a los demás lo que hacen por nosotros, pero rara es la vez que lo hacemos a nosotros mismos. Invitar a los alumnos a que, haya salido como haya salido, se agradezcan interiormente a sí mismos el haber sido capaces de trabajar con emociones difíciles.
d) Apertura
Mantener una actitud de aceptación, de que nada queda zanjado para siempre. Todo está abierto al futuro y al cambio. Todo está por hacerse, aun en el caso que no hayamos quedado contentos. Podremos volver a trabajar un poco más en otro momento. Admitir de buen grado que a veces tendremos que fi nalizar porque “no tenemos un buen día de Focusing.


Pedagogía de los 6 pasos

A continuación expondremos algunas orientaciones pedagógicas para aprender cada paso por separado proponiendo algunas maneras atractivas de hacerlos.

Pedagogía del paso 1: prepararse para enfocar
a) Introducción de relajación.
b) Crear espacio y hacer inventario. Hacer una visualización e imaginar que vamos por un lugar apacible con una mochila a cuestas (…). La mochila representa nuestra intimidad (…) Después de recorrer un trecho, nos decimos: “me encuentro bien, ¿no es verdad?” (…) A medida que vayan “saliendo cosas de
la mochila”, es decir, temas que nos impiden ser del todo felices, las vamos dejando delicadamente en el suelo para hacer un inventario con ellas. Este inventario se puede hacer de muchas maneras:
– Listado con un número y una palabra que exprese la sensación-sentida de cada tema.
– Dibujando los temas uno por uno con lo primero que nos venga. El dibujo da muy buenos resultados (Yuba y Murayama, 1988).
– Imaginando que cada tema corresponde a una fi gurita.
– Expresando cada tema con una postura o un gesto.
– Plastifi cando cada tema con plastilina o similar.
– Titulando los temas como si fuesen películas o novelas.
– Escenifi cándolo corporalmente y escogiendo una persona para cada problema y definiendo la postura que los expresa mejor.

Pedagogía del paso 2: sentir
– Distinguir entre sensación y sensación-sentida (felt-sense). Para ello buscaremos diversas sensaciones del tronco (picor, calor, tensión, cosquilleo, etc.). A continuación profundizaremos más nuestra atención y dejaremos tiempo para que emerja la sensación-sentida (felt-sense) que es algo menos claro pero que no se resume a una simple sensación, pues tiene forma y sentido.
– Podemos hacer entonces el Revelado corporal de la sensación-sentida. De las cosas que has sacado de tu mochila en el ejercicio anterior, escoge una y enfócala con atención en tu cuerpo (tronco). ¿Cómo es eso? Dibújalo tal y como aparece. Usar la respiración para que se revele en el cuerpo la sensación
profunda que produce “ese tema”.
– Seguir el siguiente guión para ayudarnos a sentir (y a expresar después): Imagina que has de hacer una foto de “eso”. A modo de guión, preguntaremos sobre los siguientes rasgos, de uno en uno y dejando tiempo suficiente entre uno y otro:
– Forma de la sensación-sentida.
– Tamaño.
– Volumen.
– Peso.
– Colorido.
– ¿Es estática la sensación-sentida o presenta cierto movimiento?
– Textura: ¿de qué está hecha?
– Brillo.
– Homogeneidad.
– Otra manera de ayudarles a acercarse y sentir la sensación-sentida es usando metáforas sensoriales como por ejemplo el tacto. Se les puede invitar a “tocar” interiormente la sensación con las manos, gesticulando con las manos como si la tocasen de verdad: ¿Por dónde está la sensación? ¿La puedes tocar con las manos? ¿Y abrazarla? En este sentido Klein y Psy (1998) hacen una propuesta de ejercicio que consiste en imaginar unas orejas en el estómago que oyen “lo” que hay allí.

Pedagogía del paso 3: expresar
Se trata de encontrar maneras de acercarse expresivamente a la sensación-sentida. En este paso es primordial que el que guía tenga en cuenta:

– Tener mucha paciencia por parte de ambos (quien enfoca y quien guía).
– Hablar siempre desde la invitación: ¿es algo así como…?
– Asentir con algún sonido conforme hemos entendido bien lo que ha expresado.
– Lanzar algún feed-back paradójico. Por ejemplo, ante una descripción negativa, decir: “¡qué bien! ¿no?”
Podemos expresar desde:
– La palabra: ¿cuál es la palabra que defi ne “eso” que sientes?
– El dibujo es una de las mejores maneras de expresar el felt-sense (Leijssen, 1992).
– Con símbolos o imágenes: ¿Qué imagen te viene a la cabeza como signo de la sensación-sentida?
– También se puede hacer desde el sonido: ¿Cuál sería el sonido que describiese la sensación?
– Con la postura: De pie, después de acercarse con la atención a la sensación-sentida, exprésala lo más fielmente posible con una postura.
– Los gestos suelen ayudar mucho a expresar el felt-sense (sensación-sentida), sobre todo las muecas de la cara y el uso de las manos.
– Jugar al Siento, siento… ¿qué sientes? (ver ejercicios de exploración).
– Con plastilina u otros materiales.

Pedagogía del paso 4: comprobar
Este paso es uno de los más importantes del proceso. El que acompaña, en este caso el profesor u otro alumno, tiene que hacer un feed-back devolviendo lo expresado al que está enfocando. Se deben repetir casi literalmente las mismas palabras. Así, el que está sintiendo verá casi de inmediato si sus palabras o expresiones no verbales se “ajustan” a lo que realmente hay “ahí”.

Aconsejamos iniciar el feed-back con frases del tipo: ¿Es realmente… (añadir lo expresado)? ¿Podríamos decir que se trata de…? ¿Estás seguro de que es algo así como..? Se puede sugerir, con mucho tacto, que observen si han notado algún cambio en la sensación-sentida. Hay veces que los cambios son muy rápidos y continuos, pero lo normal es que transcurran unos minutos antes de que haya un pequeño cambio corporal (body shift).

A veces la sensación-sentida está muy arraigada en el individuo y cuesta mucho “disolverla” o transformarla. En este caso hay que ser muy respetuosos y dedicarse a tomar distancia desde la auto-observación, nunca tratar de cambiarla violentamente mediante la imposición o aplicación de otro recurso. No olvidemos que es la autoobservación lo que irá dando paz y tranquilidad al que enfoca.

Pedagogía del paso 5: preguntar
Este paso se debe realizar cuando se aprecia que la sensación-sentida ha llegado a un estado de estabilización, normalmente después de haber evolucionado un poco. Tener en cuenta que se trata de “signifi car” el proceso y no de buscar ningún “por qué”. La especifi cidad de este paso está en ubicar lo que se está viviendo en el contexto vital de cada uno y orientar o reorientar “lo que surja” a la realidad cotidiana correspondiente.

Las preguntas deben ser lo más vivenciales posible. El profesor o alumno que haga de guía les sugerirá a los que hagan el “enfoque corporal” que aborden las preguntas desde la corporalidad, diciéndoles que no se trata de pensar.

Pedagogía del paso 6: cerrar y agradecer
Comenzarlo siempre tomando conciencia de la respiración y realizando varias inspiraciones y espiraciones profundas. Invitar a tomar contacto con uno mismo poniéndose una mano (o las dos) en el
pecho. Respetar el esquema que hemos propuesto en la Guía básica:
a) Cerrar.
b) Proteger.
c) Autoagradecer.
Ofrecerles algún símil cotidiano con el cual creemos que se pueda asemejar este paso:
– Cerrar de manera delicada un libro que nos esté gustando mucho señalando la página por la que vamos.
– Despedir a alguien a quien queremos.

– Terminar una sesión de pintura.
– Acabar una sesión de ejercicio físico relajándonos un rato.
– Dejar de mirar un atardecer en el horizonte porque el sol se pone ya.

Ejercicios de Profundización
Practicar Focusing
Por parejas, practicar Focusing con la ayuda de la Guía de los seis pasos.

¿Hay algo ahí detrás?
Introducción a la relajación. Auto-observar la zona del tronco hasta que se detecte alguna sensación negativa lo más evidentemente posible. Tomar algo de distancia de esa sensación. Después de estar unos minutos observándola (aconsejamos seguir el guión del paso 2 del Focusing básico para revelarla bien), preguntarse a uno mismo: ¿Hay algo ahí detrás? Es decir, ¿se puede percibir que detrás de esa sensación queda algún espacio corporal libre? Veremos cómo se despeja silenciosamente ese espacio al que parece no afectar la sensación. Es a lo que llamamos espacio interior.

La respuesta está en el cuerpo
Hacerse cualquier pregunta importante para nosotros de manera profunda.
a) Primero, dejar que la razón responda, observando cómo aplicamos nuestros conocimientos y creencias.
b) A continuación, formularle esa misma pregunta a nuestro cuerpo dejando que sea él el que nos indique “hacia dónde ir”.

Aprender a elegir desde el cuerpo
Muchas veces no sabemos escoger lo que más nos conviene porque tenemos una disociación entre nuestras necesidades más profundas y lo que la cabeza nos quiere hacer ver. Suele pasar también con las relaciones humanas. La escucha profunda del cuerpo nos ayudará a enfocar la cuestión de una forma
más auténtica y favorecernos en elegir lo que nos conviene. ¿Por qué? Porque nuestra globalidad corporal “sabe” lo que quiere. En cambio, solemos hacer más caso o a la supuesta razón o a los deseos, a los modelos socioculturales o simplemente a caprichos sensoriales inmediatos, perdiendo de vista lo que de verdad necesitamos.

Este trabajo podemos aplicarlo a la hora de elegir vestimenta, compañía, viaje, estudios, comida, música, un regalo, etc. A continuación exponemos un ejemplo de cómo aplicar este ejercicio para elegir “las vacaciones que necesitamos”. Se puede hacer o bien partiendo de nuestra realidad personal incluyendo la económico-fi nanciera o prescindiendo de ella.


a) Seguir la Guía básica de Focusing. En el paso 1, después de relajarnos nos preguntaremos:
¿Verdad que no necesito unas vacaciones? ¿Verdad que no se me ocurre qué hacer ni adónde ir? Recordamos que las preguntas en tono irónico son muy propias de Focusing. Se hacen para captar más la atención y estimular lo que de verdad sentimos.
b) Al oír las anteriores preguntas, seguramente necesitemos unas vacaciones o descanso y nuestro cuerpo se alegrará de que le pregunten acerca de ello. A continuación, iremos haciendo un inventario de las posibles propuestas que surjan de nuestro interior (playa, viaje artístico, safari, montaña, quedarse en
casa, viaje familiar, etc.). Para hacer el inventario, sugerimos elegir una de las formas ya propuestas en la Pedagogía del paso 1.
c) En vez de escoger una sola propuesta para enfocarla, como es habitual, en el método, haremos un pequeño enfoque de cada una de ellas. Nos iremos fijando en ellas, haciendo el proceso de sentir y expresar (pasos 2 y 3). Será fácil ver cómo cada propuesta deja en el cuerpo una sensación concreta, sobre todo si se ha practicado antes el Focusing básico.
Las diversas propuestas vacacionales generarán diferentes sensaciones sentidas. Habrá alguna que nos inquiete, otra que nos dé energía, otra que agobie y acelere, otra que nos produzca sosiego… Lo que es seguro es que aun siendo parecidas no nos “sabrán” a lo mismo.
d) Seguidamente nos formulamos la pregunta: ¿de qué vacaciones tiene necesidad mi cuerpo? (sería como volver al paso 1, o visto de otra manera, formaría parte de las preguntas del paso 5). Dejaremos unos instantes de reposo hasta que una de las propuestas se nos presente como auténtica. Recordamos que la propuesta vacacional deberá tener todos los componentes necesarios para contentar nuestras necesidades reales.
e) Para comprobar (paso 4) nos preguntaremos: ¿es realmente eso lo que necesita mi cuerpo? Y haremos el ajuste de lo que haga falta. Tal vez veamos la necesidad de estar solos en el mismo lugar, o de añadir algún componente lúdico, o concretar el clima. El caso es ir adecuando el contexto del viaje, o descanso, a nuestra necesidad. Todavía podremos preguntarnos una vez más (y las que haga falta): ¿Todo lo que necesito de unas vacaciones está comprendido en esta propuesta?
f) Podemos seguir con preguntas del tipo: ¿Qué es lo peor de este viaje? ¿Y lo mejor? ¿A qué me invita esta manera de hacer vacaciones? ¿Qué encuentro aquí que no tenga? ¿Cuál será el siguiente paso hacia ese viaje? ¿Qué sensación quiere evitar mi cuerpo con estas vacaciones?
g) Finalmente cerramos el ejercicio.
Te proponemos que hagas un proceso similar al realizado en este ejercicio pero de cara a preparar tu plato de cocina ideal. También te invitamos a que lo hagas antes de vestirte para una ocasión especial.

Sondas temáticas:
En esta actividad proponemos relacionar la eficacia de la palabra hablada y pronunciada con la sensación-sentida. Como vimos en la Técnica 5 (Voz y habla), el lenguaje tiene mucho poder sobre nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. Ante ciertas situaciones cotidianas (examen, cansancio, tristeza…) a veces nos sentimos flaquear y necesitamos recursos que nos ayuden a sobrellevarlo. Recordamos lo efi ciente que era repetirnos varias veces una frase escogida de manera pausada y con conciencia de ello.

Se trata de dejar que la frase actúe a modo de “sonda” y resuene en nuestro cuerpo. Para ello les diremos a los alumnos: ¿sobre qué tema me gustaría sentir alivio ahora mismo? Una vez que surja algún tema nos preguntaremos: ¿Qué me gustaría que me dijese alguien y que yo lo pudiera sentir? A esta frase la llamaremos sonda, y se estructurará dirigida a la segunda persona del singular. Es como si viniese desde otros hasta nosotros. Podríamos agrupar las sondas según algunas áreas.
– Rendimiento.
– Aceptación.
– Confianza.

– Seguridad.
– Autoestima.
– Poder.
– Libertad.
– Otros (relaciones, necesidades básicas, espiritualidad, etc.).


He aquí algunos ejemplos:
– Si tengo sensación de rechazo podríamos decir: Te queremos tal y como eres.
– Si lo que hay es miedo a un examen: Sabemos que lo harás lo mejor posible.
– Si es impotencia ante un problema: Tienes la sufi ciente fuerza para eso.
– Si dudamos de nuestras posibilidades: Confi amos en ti.
– Si nos falta poder de decisión: Haz lo que quieras, eres libre.

Focusing positivo
Paso 1: Relajación y preparación para el enfoque. Decirse a uno mismo: En mi vida todo es un desastre, ¿no es verdad? A continuación hacer el inventario de aspectos que nos vengan a la conciencia como positivos, auténticos y que nos dejan un buen sabor de boca al contactar con ellos. Ahora toca escoger uno de ellos.
Paso 2: Sentir la sensación-sentida en el cuerpo (véase guión).
Paso 3: Expresar cómo es esa sensación (ver Focusing básico).
Paso 4: Ajustar y comprobar (véase Focusing básico y pedagogía de este paso).
Paso 5 Preguntar: ¿Qué es lo mejor de sentir todo esto? ¿Qué me impide sentirlo más a menudo? ¿Cómo me gustaría sentirme cuando aparezcan los obstáculos que impiden sentirlo más a menudo?
Paso 6: Cerrar, proteger y autoagradecerse.

Bailar con la sensación-sentida
Consiste en introducir el movimiento como recurso para detectar y expresar la sensación-sentida.
Realizar un Focusing sobre un tema y una vez hayamos detectado la sensación-sentida se pueden hacer dos trabajos:

a) Dejarnos mover “a partir de” la sensación-sentida, es ella la que nos inspira el movimiento.
b) Imaginar que bailamos con ella.

Focusing del despertar
Se trata de hacer un Focusing con los seis pasos correspondientes pero aplicándolos a la sensación del despertar concreto de ese día. En este caso no se hace inventario sino que directamente pasamos a enfocar una sensación concreta. Hay una serie de preguntas que se pueden “lanzar” durante el paso 1, como por ejemplo: ¿De qué tipo de noche vengo? (pesada, en vela, placentera, movida…) ¿Qué día creo que me espera? Seguir el proceso.

Focusing y miedos
Después de una buena relajación, en el paso 1 me puedo decir a mí mismo: En esta vida no tengo miedo de nada, ¿no es verdad? A medida que surjan diferentes miedos, hacer un inventario y proseguir con el proceso de los 6 pasos. Es muy curioso descubrir que nos pueden sorprender algunos miedos de los cuales no habíamos tomado conciencia.

Focusing y relaciones personales Aplicar el método a enfocar tus relaciones positivas y negativas.
Hacerlo primero con una relación negativa y después con una positiva.
Ejercicios de Creatividad:
Estas actividades se pueden hacer antes de iniciar una clase. Son sencillas y la mayoría no requieren hacer todo el proceso, aunque sí están basadas en el método Focusing.

El mapa del tiempo emocional (Basado en Tsuchie, S. (2003). Our Internal Weatherchie.)
Cierra los ojos y mira “dentro de ti”: ¿Qué hay? ¿Qué ves? ¿Cómo es el clima de tu interior? ¿Hay nubes, tormenta, sol, frío, calor, viento…? Dibuja en un papel todo lo que halles como si fuese el mapa del tiempo.

“Colgar” lo que te molesta
Sirve para crear y despejar un espacio antes de iniciar una sesión de clase. Se trata de preguntar a los alumnos: ¿Qué te preocupa o molesta emocionalmente en estos momentos? Ellos harán entonces un inventario de manera que los temas o conflictos que tienen en la cabeza se asemejen a prendas de ropa. A medida que sale un tema, lo “colgamos en una percha imaginaria”. Con los pequeños, se puede llegar a hacer incluso el gesto real con las perchas del aula.

Dibuja tu nombre (12’) (Inspirado en Stapert, M. (2003). “Focusing with children in the Surinam Jungle”)
La manera como nos resuena nuestro nombre propio es como un icono de lo que sentimos por nosotros mismos. Si invitamos a los alumnos a dibujar su nombre será una manera de enfocar su identidad y su interior. Será un pequeño Focusing.
Poner una música suave, disponer de papel y lápices de colores. Decirles solamente que dibujen su nombre lo más libremente posible. Será normal que algunos adopten algún tipo de grafía conocida o que pertenezca a la identidad de un grupo (grafíti, por ejemplo). Podemos optar por dejarles o por decirles: ¿es así cómo sientes tu nombre?

Degustar una “afirmación”
Lánzate una “sonda afirmativa” (eres necesaria para el mundo… te queremos tal como eres… abrázame, que te quiero). Escucha cómo resuena en tu cuerpo y déjate llevar por ella expresándola como quieras: escribiendo, dibujando, bailando, etc.

El ascensor (Ejercicio expuesto por Lucy Bowers en http://www.Focusing.org/chfc/article_index.html)
Se trata de realizar una visualización. Sirve para familiarizarnos con la habilidad de mirar dentro de nosotros y ver y sentir “lo que hay”. (Introducción a la relajación).

a) Cerrar los ojos e imaginarse que nuestro cuerpo es una estatua gigante y la cabeza es la parte más alta de la misma. A continuación, imaginar que nos introducimos en un ascensor cuya puerta está en el entrecejo (…). Vemos todos los detalles del ascensor (color, ornamentos, otras personas, velocidad de trayecto…). El ascensor comienza a bajar hasta la “planta del cuello (-1)”, donde hará una primera parada. A continuación, sigue bajando hasta otra planta que está en el corazón (-2), donde también parará unos instantes. Finalmente bajará hasta nuestro estómago (-3). Aquí se quedará unos minutos. Tras esos minutos se vuelve a subir directamente arriba. Mientras el ascensor hace sus paradas en cada planta, les invitaremos a observar diciéndoles: ¿qué veis?

b) Se les invita a dibujar lo que han visto en el ascensor y en cada planta. Otra manera de hacer este ejercicio es sin necesidad de hacer paradas intermedias, es decir, bajando directamente al tronco y preguntándoles: ¿Qué veis?, ¿Qué sentís? También será conveniente dibujarlo.

Focusing secuencial dibujado
Como hemos dicho, el dibujo es un medio excelente para expresar la sensación sentida. Prepararemos una hoja dividida en seis espacios:
a) Los alumnos hacen los pasos 1 y 2 del método en forma básica.
b) Cuando llegamos al paso 3, les pedimos que dibujen la sensación-sentida en el espacio n.º 1, tal cual la “ven” en su interior.
c) Volverán a dibujarla cada tres minutos hasta haber completados los seis espacios.
d) Observemos si ha habido cambios.

El mapa de mis relaciones (basado en el mapa de relaciones de Kurt Levin)
Tomar una hoja en blanco y dibujar un punto en el centro. Ese punto nos identifica a cada uno de nosotros. A continuación trazar un línea vertical que, pasando por el centro, divida la hoja en dos partes iguales. Preguntarse acerca de qué personas hay en nuestra vida en estos momentos. Hacerlo cerrando los ojos y no analizando las relaciones desde cómo creemos que deberían ser o desde nuestro ideal, sino tal y como son en nuestra realidad.

Las personas que me vengan a la conciencia como relaciones positivas las situaré a la derecha y las negativas a la izquierda. Las que me resulten neutras las pondré en la línea intermedia. Como se trata de situarlas respecto de la importancia circunstancial actual, las ubicaremos a la distancia adecuada que hay en estos momentos con ellas. ¿Están muy metidas en mi vida en estos momentos? Puede que haya relaciones que, aun no siendo importantes, me estén haciendo mucho daño.

También se puede dar el caso de que existan relaciones que, aun siendo indiscutiblemente importantes, no las sintamos ahora muy “dentro de nosotros” e incluso las obviemos en el ejercicio. Esto puede pasar con padres y hermanos pero no hay que interpretarlo en ningún momento como que no los queremos. Por otra parte, puede que encontremos alguna compañía que nos agrade y no nos habíamos percatado hasta ahora.

Focusing musical
(Introducción a la relajación).
a) Escoger varios fragmentos musicales de diferentes características armónicas,
melódicas e instrumentales.
b) Realizar una audición de cada fragmento escuchándolo varias veces y poniendo toda la atención en el cuerpo. Escuchar su resonancia y si es posible, de inmediato, cómo cada uno de ellos genera una sensación-sentida diferente. Aplicar el guión de los pasos 2 y 3 de manera más breve para detectar y
expresar cómo son esas resonancias, ya que estaremos haciendo varios enfoques a la vez.
c) Realizar también el paso 4 para ver si las expresiones que van surgiendo se ajustan a la sensaciones-sentidas.
d) Después, cuando hayamos asimilado la escucha de todos los fragmentos y nos sea fácil “ver” la resonancia corporal de cada uno de ellos, nos podremos hacer las siguientes preguntas (paso 5) acerca de cada sensación: ¿Le cae bien esto a mi cuerpo? ¿Qué es lo peor de escuchar esta música? ¿Y lo mejor? ¿A qué me invita este fragmento? ¿De cuál de ellos tiene más necesidad mi cuerpo aquí-ahora?
Finalmente, realizar el paso 6: cerrar con la respiración, proteger y auto-agradecerse.

Esto me sabe a…
Es una actividad que pretende revelar el “gusto” que dejan las situaciones en nuestra vida. Se puede hacer después de una clase, de un encuentro, un viaje, etc. Es tan sencillo como preguntarse: ¿a qué me sabe todo esto?, ¿Qué gusto me deja? De hecho, hablamos frecuentemente del buen o mal sabor de boca que nos dejan algunas situaciones de la vida cotidiana.

Ejercicio de Reflexión

Focusing artístico
El Focusing es usado ya por algunos artistas en diversas partes del mundo.
Este trabajo tiene como objetivo enfocar “lo que se quiere escribir, pintar, componer…”.
Aquí lo plantearemos para la escritura literaria (Alemany, 2007).

Paso 1: Prepararse para enfocar.

Tómate unos minutos para conectar contigo mismo/a. Respirar, soltar… Enfoca tu cuerpo y siente los matices: fondo, formas, sensaciones… Hazte la pregunta: ¿Sobre qué quieres crear (escribir, pintar, componer)? Deja que te aparezcan diversas opciones. Haz el muestrario.

Paso 2: Sentir
Selectivo: Deja que te escoja un tema y haz el “revelado corporal” de la sensación sentida: forma, tamaño, textura, estructura, dinamismo, color.

Global: ¿Cómo sientes eso en global? Haz “revelado corporal”.

Paso 3: Expresar
Comienza poniendo un primer título como asidero de tu obra. Déjate expresar con
libertad desde la sensación-sentida. Haz una pequeña pausa para que resuene todo
esto en ti. Puedes desarrollar el asidero un poco más a base de subtítulos o núcleos
temáticos que quieras que haya en tu obra.

Paso 4: Comparar y ajustar
Compara lo expresado (dibujo, imagen, palabra) con la sensación-sentida y pregúntate:
¿Qué aspectos importantes no han salido todavía? ¿Qué cualidad nuclear
no ha sido expresada? ¿Se corresponde lo que va saliendo con “eso”? Expresa de
nuevo. Hacer esto varias veces.

Paso 5: Preguntar y significar
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Hay algo que aún deba salir? ¿Qué es lo principal?
¿Qué lo complementaría más? ¿Necesita ser ordenado?

Paso 6: Cerrar
Haz una pausa. Deja de expresar. Advierte que la fuente expresiva está ahí y puedes
volver a conectar con ella siempre que quieras. Ponte las manos en el tronco/pecho.
Da la bienvenida a lo que vino. Alégrate de que habló. Protégelo de la cabeza.


A continuación hacemos un pequeño resumen:

1) Se hacen los primeros pasos del Focusing (prepararse y sentir).
2) Desde la sensación-sentida se les invita a titular el texto que van a iniciar.
3) Empezar a escribir “desde aquello” que se siente, por muy vago que sea. Escribir
sin que la cabeza intervenga, hacerlo lo más inconscientemente posible. No
preocuparse ahora de si tiene sentido, o no.
4) Se hace una pequeña parada para leer atentamente el texto escrito.

5) Les preguntamos: ¿es eso lo que quieres decir? Les invitamos a rectificar, añadir o suprimir cosas, si cabe.

6) Volvemos a escribir otro poco.
7) Después de 4 o 5 minutos, hacemos otra pequeña pausa para volver a leerlo. Cuando acaben se les pregunta: ¿qué es lo que en el fondo quieres explicar y todavía no ha salido?
8) Otro rato de escritura y una nueva lectura.
9) Se les puede hacer otras preguntas: ¿Qué necesita este texto para ser más mío todavía? ¿Qué imágenes o giros son forzados en el fondo? Pueden rectificar.
10) Lectura.
11) Ordenar o reagrupar los párrafos para que tenga el mejor de los sentidos literarios (a veces con un pequeño reagrupamiento se ordena el tema de manera definitiva). ¿Se ajusta el título al texto?
12) Intercambio de textos y lectura en voz alta.

Lenguaje corporal
– Hacer una lista de palabras, refranes o expresiones que denoten vivencia y
corporalidad. Por ejemplo: “me cae mal esta persona”; “me quedé de piedra”,
“esa persona es entrañable”; “tengo el corazón roto”…

Video práctica de Focusing individual:

Otras lecturas recomendadas:

Relajación escolar: TREVA- Técnicas de Relajación Vivencial en el aula

Uso de la voz para la relajación

Trabajar la energía corporal en el aula

Focusing con adolescentes: El enfoque corporal para trabajar las emociones

La gestión de las emociones desde diferentes enfoques

Tabla periódica de las emociones

La ciencia de la felicidad – Tal Ben-Shahar