El mensaje liberador y feminista de El mal querer de Rosalía

El mal querer de Rosalía ha dado mucho que hablar. Rosalía no sólo es una artista como la copa de un pino sino que además ha creado un disco con un mensaje muy importante y liberador para las y los jóvenes. Espero que al escuchar este disco capten el mensaje de liberación que esta chica de sólo 25 años ha querido transmitir con su arte y su música. Dicen que las genialidades surgen en el momento y lugar más inesperado y así es este disco casi perfecto de «El mal querer.» No sólo es una obra de arte musical sino que sus letras están llenas de símbolos. Todo el conjunto de las canciones forman un todo con un mensaje claro: «Aléjate del mal querer.» El mal querer es el mal amor, el que hace sufrir, el que duele, el que hasta mata. Comienza siendo un bonito idilio (boda gitana) que pasa a los celos, el abuso, la violencia, la muerte, la depresión y destrucción. Finalmente se llega a la ruptura y la liberación y resurgir desde los infiernos del mal amor romántico.

«El mal querer» es más que un disco. Es un proyecto creativo y artístico sobre ese mal querer que hace daño a las mujeres y que puede llegar a destruirlas. Ese mal querer no es otra cosa que el amor romántico y cómo éste puede desembocar en la tragedia, como bien sabemos. El empoderamiento femenino es el tema central de El mal querer. Ello lo apreciamos no solo en la(s) historia(s) que se relata(n) en el disco sino por la imagen de portada que envuelve el disco y por los magníficos vídeos. Ya en la portada vemos la imagen de una Rosalía-diosa que la propia Rosalía explicaba como una «intención de vincular una figura femenina con el poder, con la fuerza», (entrevista a Mondosonoro).

El origen literario del disco de Rosalía

Según Rosalía se inspiró para concebir el disco en parte de una novela occitana del Siglo XIII que aún se conserva con el título de «Flamenca» (referente a de Flandes). Esta novela anónima se hizo popular después de 1287. Parte de la novela se perdió con el tiempo quedando unos 9.000 versos. Relatan una especie de triángulo amoroso entre un señor de la ciudad de Bourbon llamado Archambaut, su enamorada y posterior mujer Flamenca y un joven caballero de nombre Guillaume.

Archambaut enamora a Flamenca y consigue llevarla al altar en lo que se supone la boda de la época. Ambos están muy enamorados. Pero tras el casamiento la cosa se empieza a torcer por los celos de él y el maltrato que deriva este tema. Flamenca termina siendo aprisionada en el castillo donde viven. Mientras tanto Guillaume trata de recuperar todo el amor que ha perdido Flamenca en los últimos años.

Un manual contra el machismo

El Mal Querer puede considerarse un manual contra el machismo. Está dividido, como una novela, en capítulos que nos narran las diferentes fases de un amor. Este es un amor al estilo tradicional, basado en un ideal romántico que se denuncia como causa de la posterior violencia machista. La propia Rosalía lo explica en una entrevista con Jordi Bianciotto:  «Primero creaba canciones y después le iba dando a todo forma y por último encontraba el título. Pero ya se llamaba el proyecto «Malquerer» y tenía que hablar sobre la parte oscura del enamoramiento, llevando cada tema al extremo del sentimiento porque el flamenco no se deja en medias tintas, es radical»

El album está plagado de mensajes feministas que sin duda nos hacen reflexionar. ¿Cómo es posible que la historia de hace más de 700 años se siga reproduciendo hoy en día. Por tanto ¿hemos evolucionado de forma necesaria o el machismo sigue estando ahí intocable? Parece que sí.

Aun así, el mensaje final es de empoderamiento. La chica enamorada se encandila con ese amor romántico y con su príncipe azul. Se casa con él pensando que es el hombre de su vida. Pero esa historia supone una bajada a los infiernos aunque al final logra levantarse y empoderarse, saliendo y venciendo esa relación tóxica.


LLevar Rosalía al aula: Mitos del amor romántico

  • La media naranja y un único amor en la vida
  • El amor lo puede todo
  • Los celos son signos de amor
  • El acoso, maltrato y violencia se pueden justificar

Es posible trabajar muchos de estos temas escuchando, viendo y analizando los vídeos de las canciones del album. En este artículo, por ejemplo, se recogen 16 frases de ‘El mal querer’ de Rosalía, que, tras escuchar el disco entero, se convierten en un alegato contra el machismo.

Este album musical puede también utilizarse para profundizar sobre el ciclo de la violencia de género desde una perspectiva psicológica. Esto puede ayudar al alumnado a entender cómo de forma muy sutil el amor romántico puede degenerar en violencia. Así es como lo explora Corio psicoogía en su artñiculo El Mal Querer de Rosalía y el ciclo de la Violencia de Género.

el mal querer de rodalia
El reflejo de ciclo de violencia de género en la obra de «El Mal Querer». Imagen del album de Rosalía. Modificado por Corio Psicología.
MALAMENTE (Capítulo 1: Augurio)

Comienza con la canción Malamente donde los personajes se conocen y se enamoran. En vez de reflejar la parte del enamoramiento como algo feliz y despreocupado, ya marca la parte de “augurio”, como un presagio de la relación que se va a tornar oscura:

“Ese cristalito roto
Yo sentí cómo crujía
Antes de caerse al suelo
Ya sabía que se rompía (¡uh!)”

Rosalía, MALAMENTE (Capítulo 1: Augurio)

Aunque algunas mujeres puedan detectar algunas señales de peligro en una relación que puede acabar en violencia de género no siempre es tan claro. La violencia de género es algo estructural, que tiene como objetivo perpetuar las diferencias de poder entre géneros y una de sus herramientas es el mito del amor romántico. Ese amor por el que merece la pena “matar o morir”, pero siempre que la muerta sea una mujer.

Así pues, las posibles señales que nos podrían alertar de peligro son consideradas como culturalmente apropiadas, e incluso deseables. Se ensalza la figura del macho violento  como el héroe deseable, la figura perfecta en la fantasía de amor romántico.

QUE NO SALGA LA LUNA (Capítulo 2: Boda)

En la segunda canción,  narra la boda de la pareja, y la aceptación social de la relación. En este caso se centra en la boda gitana, de la que toma elementos muy obvios, pero sería extrapolable a cualquier acto público de la aceptación de la vida en pareja.

¡Que bonita está mi novia que se parece un trono! (¡Reina!)
Corona’a de brillantes y es con perlas y oro
Corona’a de brillantes y es con perlas y oro
(Quiera o no quiera, quiera, ella no quiera, va a estar conmigo ella hasta que se muera)

Rosalía, QUE NO SALTA LA LUNA (Capítulo 2: Boda)

En el mito del amor romántico que nos inculcan desde pequeñas en forma de novelas y cuentos de hadas nos habla de que tenemos que encontrar un hombre que nos “tenga como una reina”. Pero ese falso bienestar material implica estar encerrada en casa, con muchas posesiones materiales y una dependencia económica que nos dejaría en una posición de vulnerabilidad muy peligrosa. Así pues, solo en esta canción capítulo señala dos factores estructurales de la violencia de género: la aceptación social del mito romántico a nivel social y la dependencia económica y emocional de la mujer.

A nivel sonoro utiliza unos efectos muy curiosos que consigue acercarte por a momentos más íntimos donde Rosalía parece que canta solamente para ti, y en otros momentos te sitúa en la fiesta con toda la gente. No tengo ni idea de cómo se llama ese juego espacial a nivel musical, pero es una metáfora estupenda de la mezcla de intimidad y espacio público que ocurre en las relaciones de pareja.

PIENSO EN TU MIRÁ. (Capítulo 3: Celos) y DE AQUÍ NO SALES (Capítulo 4: Discusión)

Y la historia avanza hacia el aumento de la tensión, en forma de celos. Los celos son método de dominación en las primeras fases de la relación de maltrato. El maltratador muestra los celos imaginarios como fantasía de dominación y posesión sobre la mujer, en el vídeo la figura del agresor es la propia Rosalía con una capucha negra, y los pensamientos de celos en forma de un coro de encapuchadas que la jalean:

Me da miedo cuando sales
Sonriendo pa’ la calle
Porque todos pueden ver
Los hoyuelitos que te salen

Tan bonita que amenaza
Cuando callas me das miedo
Tan fría como la nieve
Cuando cae desde el cielo
Cuando sales por la puerta
Pienso que no vuelves nunca
Y si no te agarro fuerte
Siento que será mi culpa

Pienso en tu mirá, tu mirá, clavá, es una bala en el pecho

Rosalía, PIENSO EN TU MIRÁ. (Capítulo 3: Celos)

Dominación, celos y posesión. Tres elementos claves en estas relaciones abusivas, donde se ve a la mujer como un mero objeto en posesión del hombre machista. Todos estos mecanismos son dispositivos de control social sobre la mujer que marcan las normas de lo que es y lo que no es una buena mujer para el patriarcado machista.

Y en la narración de Rosalía el maltratador comienza a recluirla en casa, pero como en la vida real va intercalando los malos tratos con caricias y buenas palabras:

De aquí no sales

Con el revés de la mano
Yo te lo dejo bien claro
Amargas penas te vendo
Caramelos también tengo

Rosalía, DE AQUÍ NO SALES (Capítulo 4: Discusión)

Este fenómeno donde el maltratador comienza a aislar a la víctima del mundo social, que se mezcla con su vergüenza de recibir maltrato se conoce como el Laberinto de Ariadna. Se basa en la mitología griega, del laberinto del Minotauro. Es una metáfora que ilustra las fases de aislamiento social que sufren las mujeres que sufren violencia de género.

En las primeras fases de toda relación abusiva del maltrato una de las primeras estrategias del maltratador consiste en aislar a la víctima de todo su círculo social. Al principio de otros hombres considerados rivales, luego a todos los hombres. Luego comienzan los comentarios peyorativos hacia las amigas de la mujer, y por último a la propia familia nuclear de la víctima.

Mecanismos psicológicos en el laberinto del maltrato

Mecanismos psicológicos como la culpabilidad desempeña un papel central en este fenómeno, ya que las mujeres en ciertas fases del ciclo de violencia justifican el comportamiento del agresor ante su círculo.. “Tampoco es para tanto”, “ Hay que entenderlo”, hasta la normalización de “Mi marido me pega lo normal”. De modo que el círculo social que la está alertando comienzan a cansarse de intentar ayudarla.

Existen otros factores de economía cognitiva, como la cantidad de esfuerzo invertido en la relación, donde la mujer consideraría la cantidad de tiempo y esfuerzo invertido antes de terminar una relación.

La vergüenza, que siente la víctima es un efecto perverso de los malos tratos, donde la víctima siente una vergüenza injustificada por la situación que está sufriendo y en el caso de estar en una fase de mayor consciencia, de haber elegido a una pareja maltratadora.

Y por supuesto, el factor más importante es la indefensión aprendida que genera la humillación y desvalorización constante.

El estigma social que rodea a la cuestión empeora las cosas.

RENIEGO (Capitulo 5: Lamento), PRESO (Capitulo 6: Clausura) y BAGDAD (Capítulo 7: Liturgia)
Capitulo 6 /Preso /Rosalía
Autor: Filip Custic

La situación de violencia se complica si se tienen hijos, pues es una razón más para el chantaje y abuso por parte del agresor.

En capítulo 6, narrado por Rossy de Palma, habla del infierno que pasó la protagonista de la canción, y los dos hijos (ángeles) fruto de la relación.

Bueno, yo por amor, uff, bueno, hasta bajé al infierno
Eso sí, como subí con dos ángeles
(Duele, duele, duele, duele)
Pues, no me arrepiento de haber bajado
Pero bajar, bajé, ¡eh!
Bajar, bajé
(Duele, duele, duele, duele)

Te atrapa sin que te des cuenta
Te das cuenta cuando sales
Piensas, ¿cómo he llegado hasta aquí?

Interpreta Rossy de Palma, PRESO (Capítulo 6: Clausura)

Bagdad

Y como comentábamos antes, en el aislamiento social las personas que incluso llegan a ser testigos y conscientes del maltrato que está sufriendo no son capaces de traspasar el laberinto transparente patriarcal para ayudarla. Según el coro que observan a la protagonista salir de la discoteca Bagdad:

Y se va a quemar, si sigue ahí
Las llamas van al cielo a morir
Ya no hay nadie más por ahí
No hay nadie más, senta’íta dando palmas

BAGDAD (Capítulo 7: Liturgia)

DI MI NOMBRE (Capítulo 8: Éxtasis)

Y la luna de miel se hace presente. Conforme la violencia avanza, los ciclos se suelen hacer más cortos y frecuentes. Con menos duración de la fase de calma. En las fase de luna de miel, donde el agresor promete que no lo volverá a hacer y la mujer intenta creerle vuelven a hacer que comience el ciclo.

En esta canción, parece reflejar esta fase donde se ve a Rosalía en la cama matrimonial con el vestido de boda que le recuerda a su etapa inicial de enamoramiento, así como intercala el «Yeli Yeli» de la ceremonia de casamiento.

Pero a diferencia de las anteriores, toda la acción transcurre en la propia habitación, lo que da una fuerte sensación de claustrofobia. Ha asumido como normales la dominación y el control:

Di mi nombre
Cuando no haya nadie cerca (x3)

Que las cosas que me dices
Que las cosas que hoy me dices
No salgan por esa puerta

Y átame con tu cabello
A la esquina de tu cama
Que aunque el cabello se rompa
Haré ver que estoy ata’a
Que aunque el cabello se rompa
Haré ver que estoy ata’a (ata’a)

Rosalía, DI MI NOMBRE (Capítulo 8: Éxtasis)

NANA (Capítulo 9: Concepción)

Como vimos antes, los hijos son un factor que hace más complicado a las mujeres salir de la violencia. Recientemente, los hijos de violencia de género comienzan a ser considerados víctimas de violencia a nivel legal, pero todavía quedan por implementar todas esas medidas.

Nana, nana, nana (x2)

En la puerta del cielo venden zapatos
Pa’ los angelitos que están descalzos
Nadie a ti te ha conta’o que ningún sueño
Sabe de horas o tiempos, ni tiene dueño
Y cae la lluvia triste para mirarte
Detrás de cada gota te mira un ángel

Rosalía, NANA (Capítulo 9: Concepción)

MALDICIÓN (Capítulo 10: Cordura) y A NINGÚN HOMBRE (Capítulo 11: Poder)

Pero por suerte, ya sea por la mujeres que por sororidad llegan a ayudarlas a salir del laberinto, bien sea porque encuentran la fuerza en poner a sus hijos a salvo, las mujeres maltratadas pueden encontrar la “cordura” que les hace encontrar el camino de salida.

M’an dicho que no hay sali’a
Por esta calle que voy
M’an dicho que no hay sali’a
Yo la tengo que encontrar
Aunque me cueste la vida
O aunque tenga que matar

(…)

No le temas al camino
Es como una maldición
No le temas al camino
Si la alumbro, la confirmo
Ya lo sabes, es lo que pasa
Y ninguno quie’e decirlo

Rosalía, MALDICIÓN (Capítulo 10: Cordura)

A ningún hombre le consiento

Y si algo me gusta de la obra “El Mal Querer” es que acaba en positivo, el ciclo de violencia se rompe y la cordura que aparece en el capítulo tiene su culmen en la canción de empoderamiento femenino final.

A ningún hombre consiento
Que dicte mi sentencia
Solo Dios puede juzgarme
Solo a él debo obediencia

Hasta que fuiste carcelero
Yo era tuya compañero
Hasta que fuiste carcelero

Rosalía, A NINGÚN HOMBRE (Capitulo 11: Poder)

Creo que aunque parezca un detalle pequeño, el que existan canciones empoderantes en la cultura popular (ya sean en piezas de flamenco, pop o reggaeton) puede ayudar a muchas mujeres a ir construyendo las fuerzas necesarias para plantarse y revindicar sus derechos.

Conclusión

Rosalía hace una narración compleja y fascinante de una relación de violencia de género legitimada por el mito del amor romántico. En el disco se observan claramente las fases señaladas por Lenore Walker desde la fase de

  • Calma (Capítulo 1 y 2),
  • Tensión (Capítulo 3),
  • Explosión (Capítulos 4, 5, 6, 7),
  • Luna de Miel (Capítulo 8)
  • pero acaba rompiendo el ciclo de violencia en el capítulo 9, 10 y 11.

1. Malamente (Cap. 1: Augurio)