Mi revolución silenciosa
1
La forma de mi revolución no es una ráfaga que deslumbra
sino destellos de estrellas que nacen y mueren a cada instante,
sin programa, orden ni concierto.
En ella se huye de etiquetas,
de colores, de compartimentos,
de identidades ligadas a la lengua, la sangre o la tierra,
no se lucha contra el poder para poseerlo, se le cuestiona,
se le despoja de su falsa realidad.
En ella el yo sólo puede ser un“nosotros
de forma temporal,
pero nunca en esencia
sino más bien en presencia relacional
y el ellos y ellas son invenciones propias oportunistas
sin verdadera identidad.
2
Mi revolución está siempre a medio camino,
se hace pasando por múltiples cruces
y constantes cambios de dirección
y en cada nuevo trayecto,
se renuevan las fuerzas
aun volviendo sobre antiguas batallas y huellas.
En ella no hay adversarios
ni ejércitos contra ejércitos,
ni poder contra poder.
Sino combates con hilos invisibles
contra espejos y cadenas de seda,
sobre cimientos de papel
y pedestales de espuma.
3
En ella no importa el desenlace
ni se buscan sus razones,
todo es una cuestión de deseo
de grito y de palabra hecha carne.
Mi revolución sólo tiene antiestrategias del frágil
que despistan al fuerte
y crece como una planta vírica con ramas y raíces
que se multiplican y enredan ,
sin principio ni fin posibles.
Mi revolución no tiene dogmas ni libros,
ni persigue un estado ideal.
no quiere hacer historia,
no tiene retos ni metas,
es el aquí y el ahora
de panfletos con fecha de caducidad,
es el himno multilingüe
donde siempre suena diferente
la palabra libertad.
4
Mi revolución es compromiso renovado en cada indignación,
rebeldía constante que desconfía de idealismos,
conmoción por cada injusticia,
pasión contra la adversidad,
defensa de verdades inciertas.
Mi revolución es sentimiento, insumisión
puro presente sin mezcla,
voluntad y deseo
impaciencia compulsiva,
futuro en barbecho,
afán de lucha.
Mi revolución es chispa y llama,
de un “sin embargo” victoria rotunda,
instante inmediato y acción
mientras el amor
me mordisquea la nuca.
Lee el artículo Manifiesto «Lo afectivo es político» en conexión con este proyecto Revolucionamorarte
Este poema fue inspirado por experiencias personales y por la lectura del libro de Bensaïd «Una lenta impaciencia»