Disciplina positiva para adolescentes

¿Es posible educar a los adolescentes con cariño pero con firmeza a la vez? Rotundamente sí, gracias al método de disciplina positiva para adolescentes. La disciplina positiva , cuyo método fue creado por la Dra. Jane Nelsen, es la filosofía que ayuda a los adultos a entender la conducta inadecuada de los niños y adolescentes, promoviendo actitudes positivas hacia ellos y enseñándoles a tener buena conducta, responsabilidad y destrezas interpersonales.

La Disciplina Positiva es un modelo educativo basado en la psicología de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, dos psiquiatras austríacos del siglo XX. Años más tarde, Jane Nelsen y Lynn Lott escriben el manual Disciplina Positiva: Cómo educar con firmeza y cariño y se encargan de sistematizar el modelo y difundirlo. Sin duda, este método, usado por madres y padres, docentes, parejas y líderes empresariales, tiene como objetivo crear relaciones responsables y respetuosas en sus comunidades.

Me parece un enfoque muy acertado para la sociedad actual en la que vivimos pues creo que a estas alturas del partido todos los que somos ya padres y madres sabemos que los castigos no ayudan nada con las nuevas generaciones y ello es debido probablemente a que la sociedad y su entorno es diferente también.

Es necesario que entendamos por qué los métodos de control y castigo que funcionaron tan  bien en los viejos tiempos  ya no son efectivos con los adolescentes de hoy.

Mientras algunos de nosotros “maduró” rápidamente porque adquirió responsabilidades relevantes a nuestra edad en el entorno familiar desde muy pronto, hoy en día los jóvenes no tienen facilidades para sentirse “adultos” y responsables porque no se sienten suficientemente motivados o atraídos hacia la toma de  responsabilidades.

Es necesario que comprendamos que la cooperación basada en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida es mucho mas efectiva que el control autoritario

Jane Nelsen y Stephen Glen han definido siete «percepciones y habilidades significativas” que consideran necesarias para el desarrollo idóneo de un adolescente hacia la madurez:

Siete percepciones y habilidades necesarias para desarrollar gente capaz:

  1. Fuerte percepción de las capacidades personales: “Soy capaz”.
  2. Fuerte percepción de la importancia en las relaciones primarias: “Contribuyo en el grupo de manera significativa y soy genuinamente requerido”.
  3. Fuerte percepción del poder o influencia personales sobre la vida: “Puedo influir en lo que me suceda”.
  4. Fuertes habilidades intrapersonales: la capacidad de comprender las emociones personales y emplear esa comprensión para desarrollar autodisciplina y autocontrol.
  5. Fuertes habilidades interpersonales: la capacidad de trabajar con otros y desarrollar amistades a través de la comunicación, la negociación, saber compartir, empatizar y escuchar.
  6. Fuertes habilidades sistémicas: la capacidad de responder a los límites y consecuencias de la vida diaria con responsabilidad, adaptabilidad, flexibilidad e integridad.
  7. Fuertes habilidades de juicio: la capacidad de usar la sabiduría y evaluar las situaciones de acuerdo a valores adecuados. (Jane Nelsen, 2009.  Pág. 352).

Estos son los 5 pilares de la Disciplina Positiva

La disciplina positiva enseña a los adultos a utilizar amabilidad y firmeza al mismo tiempo. Las herramientas siempre giran en torno a estos 5 pilares básicos:

1. Respeto mutuo. Los adultos corroboran la firmeza al educar al respetarse a ellos mismos y las propias necesidades de cada situación que nos presenta la vida en familia. Y si todo ello lo hacemos con amabilidad y respetando las necesidades del niño estaremos cimentando el primero pilar de una buena educación.

2. Aprendiendo de los errores. Los errores son una oportunidad para educar. Para ello lo primero es identificar la creencia que esconde dicho comportamiento. Una disciplina efectiva es la que busca las razones que hacen actuar a los niños de cierta manera y trabajar sobre esas razones para cambiar la creencia en lugar de intentar cambiar solamente el comportamiento.

3. Sin castigos. Una disciplina que enseñe no es ni permisiva ni punitiva. La disciplina positiva anima a enfocarse en soluciones en lugar de castigos. El castigo es efectivo a corto plazo, pero tiene consecuencias negativas a largo plazo.

4. Comunicación efectiva y habilidades para resolver problemas fomentando el sentido de comunidad y ‘conectando’ con el niño.

5. Alentadora (en lugar de alabadora). Cuando alentamos, ponemos atención al esfuerzo y la mejoría, no simplemente al éxito. Esto fortalece la autoestima y estimula. Es vital enseñar habilidades valiosas para un buen carácter.

Los adolescentes necesitan acompañamiento, no control externo, ya que esto último solo hace incrementar la rebeldía. Hemos de ser conscientes que el “fuego rebelde” de la adolescencia durará solo unos años y debemos entender que es parte del desarrollo de su propia identidad. Si hacemos que su rebeldía sea el problema numero uno contra el que luchar, probablemente se convierta en un rebelde más extremo y perenne a lo largo de su vida.

Tenemos que relajarnos un  poco y recordar que estos son los años en los que nuestros hijos están intentando descubrir qué  piensan y quienes son. Debemos estar tranquilos de que sus comportamientos de hoy no son resultado de nuestros errores como padres y madres ni tampoco significa que van a seguir siendo así de adultos. Simplemente necesitan experimentar nuevas formas de pensar y actuar hasta encontrar la suya propia.

Siete consejos para conectar con tu hijo/a desde la perspectiva de la disciplina positiva:

  1. Ponte en sus zapatos y empatiza con él/ella
  2. Escucha y se curioso
  3. Deja de preocuparte por lo que piensan los demás y haz lo que sea mejor para tu hijo/a
  4. Reemplaza la humillación por el reto
  5. Asegúrate de que le llega el mensaje de que le amas
  6. Haz que se implique en buscar soluciones
  7. Consigue llegar a acuerdos con él/ella

Los errores pueden ser magníficas oportunidades para aprender. Hazle preguntas en vez de sermonear, hazle reflexionar sobre sus afirmaciones o sus deseos o sus planes (sobre los que probablemente duda aunque no lo parezca)

Habilidades para recordar sobre la educación firme y cariñosa:

  1. Dile a tu hijo a menudo que los errores son magnificas oportunidades para aprender
  2. Ten fe en que t hijo tomara decisiones y aprenderá a partir de sus errores
  3. Ayuda a tu hijo a explorar las consecuencias de sus acciones y elecciones a través de preguntas sutiles sin animo de reproche
  4. Debemos siempre tratar a los adolescentes con comprensión, respeto y dignidad.
  5. Descubre lo que es importante para tu hijo y sus razones
  6. No dudes en hacer excepciones a la regla cuando sea conveniente.

¿Cómo motivar a los adolescentes?

Ofrécele admiración y  halagos por las cosas que hacen bien o por como son. Las reuniones de familia son momentos estupendos para decirnos cosas positivas, lo que admiramos de cada uno, y lo que más nos gusta de esa persona.

  • Usa el sentido del humor todo lo que pueda y busca fórmulas para recordar sus responsabilidades de forma divertida y original(«Hoy tu horoscopo que dice que será el día en que sentirás un deseo irresistible de hacer la cama y recoger la ropa»)

Eres quien más le quiere y quien más le “amarga la vida” porque es a ti a quien tiene que pedirle permiso para hacer cosas que querría hacer ya por su cuenta y por tanto está sometido a ti, y eso, eso no le gusta nada. Le enerva tener que depender de ti para cumplir muchos de sus deseos. Por ejemplo irse un fin de semana con sus amigos a una casa alquilada a 300 kilometros, le gustaría pero sabe que no le vas a dejar con 17 años.

Eres quien más le quiere y ellos lo saben. Yo es algo que le repito con frecuencia a mis hijos, porque sé que poco a poco irán viendo que realmente es así. Cuando les digo que pase lo que pase siempre tendrán el amor incondicional de sus padres les pongo el ejemplo de los asesinos en serie o terroristas. Al igual que sus madres y padres les seguirán queriendo siempre, yo también estaré siempre ahí para apoyarles, consolarles, ayudarles en todo lo que esté en mi mano y a pesar de todo. 

El vínculo paterno-filial es sin duda el vínculo más fuerte porque se basa en el amor incondicional.

En el futuro tendrán pareja y le amarán con locura y con más intensidad que a sus padres, pero como yo digo a veces bromeando, “a tu padre me lo encontré en la calle…y quien sabe si algún día dejaremos la relación… pero con mi madre y mi padre me une el amor para siempre.” El amor de madre/padre es un amor sin condiciones, que no espera nada a cambio y que incluso se entrega sin que haya reciprocidad alguna.

Este vínculo maravilloso también tiene su contrapartida porque tus hijos se dan cuenta enseguida de esa entrega sin medidas e incondicional y se aprovechan a menudo de ello. También ira conociendo tus “puntos débiles afectivos” donde sabe que tiene que tocar tanto para convencerte, enternecerte y rendirte a sus deseos tanto como para hacerte daño cuando está enfadado y quiere vengarse.

disciplina positiva

Los padres «copiloto» y la disciplina positiva

En la disciplina educativa se enfatiza la idea de que los padres hemos de ser colaboradores y guía en el proceso de maduración de la adolescencia. A mí me gusta mucho la idea del copiloto en un avión o la del instructor que va al lado cuando estamos aprendiendo a conducir un coche. Cuando realizas una práctica en la calle eres tu quien conduce el coche pero sabes que el profesor también tiene frenos por si tuviera que intervenir y evitar un accidente grave.

Recuerdo que cuando me preparaba para obtener el carnet de conducir en una de las primeras clases choqué la rueda contra una mediana y el neumático se rompió. Cuando le dije al profesor que por qué no había frenado para evitarlo me dijo “Estás aprendiendo, tienes que vivir qué pasa cuando tomas una decisión incorrecta. Te asustaste al ver al peatón en el paso de cebra y en vez de frenar giraste el volante. Ahora ya sabes para qué sirve el freno.”  

Como en la vida, cuando son adolescentes podemos ir de copilotos, porque aun tienen la L de aprendiz a la espalda y necesitan que aún estemos cerca para ofrecerles nuestra mano, pero tenemos que dejarles que sean ellos los que comiencen a llevar y conducir el coche de sus vidas. 

Cuando mi hijo me dice que se puso nervioso en un examen y que puede que ello le haya perjudicado, yo ya no puedo hacer nada para ayudarle en esa situación. No podemos estar con ellos cuando hacen un examen, cuando vayan a una entrevista de trabajo, pero sí podemos ayudarles a prepararse para enfrentarse a esas situaciones que se repetirán a lo largo de la vida.

Por ejemplo, les podemos enseñar prácticas para relajarse solo con la respiración y así lograr la calma en un examen o cuando se sientan nerviosos ante una situación nueva. Eso les dará calma física, oxigenará su cerebro para tomar mejores decisiones y al ver que vence los nervios se sentirá más seguro de sí mismo.

Vídeo de Marisa Moya, entrenadora de familias sobre Disciplina positiva

Para saber más sobre Disciplina Positiva

Si quieres saber más sobre Disciplina positiva te recomiendo los libros de Jane Nelsen que aparecen más arriba y otros artículos como los que siguen

Web de Disciplina positiva en España: Disciplina positiva, difunde respeto

Talleres de Disciplina Positiva para padres, madres y profesionales